Sábado, 12 Octubre 2024
Regionales

Autoridades ambientales de Antioquia brindan capacitación a soldados

De acuerdo a la Ley 1961 de 2017, por lo menos el 10% del personal incorporado por cada contingente del Ejército Nacional debe prestar servicio ambiental.

Hábitat

Cinco innovaciones colombianas que mejorarán la construcción sostenible

Estos proyectos fueron los ganadores del Premio Nacional de Vivienda de Interés Social y Sostenible. Todos tienen los mismos objetivos: aportarle al medio ambiente y a la comunidad.

Bienestar

Comienza el Sexto Festival de Cine Verde de Barichara

Hasta el 25 de septiembre diferentes locaciones de este municipio Patrimonio de la Humanidad, tendrán proyecciones gratuitas de cine nacional e internacional con temáticas ambientales, además de conversatorios, talleres de creación audiovisual y jornadas de capacitación en el cuidado del entorno.

Legales

Cómo afecta a infractores ambientales el nuevo régimen sancionatorio en Colombia

La Ley 2387 de 2024 introduce modificaciones a la Ley 1333 de 2009, proporcionando herramientas más efectivas para prevenir y sancionar a los infractores ambientales.

Denuncia

Como humanidad, ya estamos viviendo al 'debe'

Este lunes 8 de agosto los recursos naturales del planeta para el próximo año ya fueron gastados y el mundo entró en déficit. Se necesitaría un planeta y medio para satisfacer el consumo total de la humanidad.

Editorial

Desideologizar el medio ambiente

Eduardo200
Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6

La ideologización del debate ambiental ha cobrado en el planeta su principal víctima. Se expresa en los gobiernos locales y nacionales, en el activismo, en la política y aún en la academia. Hay temas urgentes que tomadores de decisiones prefieren no abordar, pues creen que con una posición diferente estarían fortaleciendo la tendencia ideológica contraria.

Expertos en materias como calidad de aire en el  caso de Eduardo Behrentz o biodiversidad como Brigitte Baptiste y Gonzalo Andrade, han sufrido el tránsito de la adulación al matoneo en cuestión de días. Sucedió cuando sus reflexiones coincidieron y dejaron de coincidir con el discurso activista o decisiones de gobierno.

Hemos visto a Behrentz citado y descalificado por funcionarios de las dos últimas administraciones de Bogotá, según la coincidencia de sus opiniones con las decisiones que han tomado sobre emergencia ambiental o transporte público. Lo mismo ha sucedido con Baptiste, cuando se atrevió a hablar de sostenibilidad e industria en casos como la minera. También pasó con Andrade cuando la comisión de expertos sobre fracking, de la que hizo parte, entregó sus conclusiones recomendando -entre otras- un piloto experimental sobre esa práctica.

La ideologización busca a toda costa la crucifixión de un sector de la sociedad. Ella ha impedido que se incorpore responsablemente la información, la evidencia científica y el conocimiento a la discusión pública o a las decisiones de líderes, funcionarios o directivos de empresa.

Muchos militantes de izquierda han hecho de las banderas ambientales su propiedad privada. De otra parte, muchos expertos ambientales prefieren ausentarse de los debates para evitar desgastes; así se han venido aplazando discusiones sobre problemáticas de extrema gravedad que no dan espera. Un solo ejemplo son los vertimientos inadecuados que hogares, negocios e industrias hacen al alcantarillado de nuestras ciudades.

Efectivamente en sólo Bogotá, durante el último año, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado ha tenido que atender 9.300 emergencias (25 diarias en promedio) y gastar más de 4.400 millones de pesos para retirar las bolas de grasa que se solidifican en las alcantarillas de la ciudad. Todos los días las redes de alcantarillado se colmatan en zonas cercanas a restaurantes, centros comerciales o zonas industriales. Así fue muriendo el Río Bogotá; así agonizan el Río Cauca y el Río Suárez, en consecuencia se enferma gravemente el Río Magdalena.

Problemáticas como la anterior obligan a la revisión de hábitos de consumo, de producción y de formas de gestión pública; es decir, deberían estar en el primer lugar de la agenda local y nacional. Pero no está sucediendo de esta manera seguramente porque tal debate no permite crucificar al enemigo económico o político predeterminado.

Los mismos que se rasgan las vestiduras hablando de la protección de nuestras fuentes hídricas, poco hacen para evitar que estemos disputando el campeonato de ríos sucios del hemisferio.

No cabe duda que una de las prioridades ambientales del momento consiste en asumir tales discusiones sin ideología de por medio.

Columnistas Invitados

El debate ambiental: un gran desafío de nuestra legislación

Escrito por Álvaro Henao Mera
Abogado, exasesor MinAmbiente, Profesor Universidad del Rosario, Icesi, Javeriana
Foto Alvaro Henao
 

La cotidianidad con la que día a día se comienzan a debatir en nuestro país los asuntos ambientales, ha hecho que las decisiones asumidas en torno a la protección y conservación de los recursos naturales, se constituyan en un tema trascendental para los ciudadanos. Noticias relacionadas con cambio climático, minería, deterioro de los recursos, protección animal y derechos del ambiente, son cada vez más usuales, siendo escenario de debate la viabilidad de políticas públicas, la creación, modificación o derogatoria de la normatividad ambiental y su aplicación.

Lo cierto del caso, es que dicho interés que ha suscitado la protección del ambiente, nos lleva a considerar que hoy el debate ambiental que dan los ciudadanos está dando un giro trascendental que debe ser asumido con suficiente responsabilidad por quienes que se encuentran elaborando las normas y políticas, quienes las operan y quienes deben aplicarlas.

La Constitución Política ya había avizorado esta realidad, en el artículo 79 se fijó que la ley debe garantizar la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo, y dicha participación implica sin lugar a dudas, que los ciudadanos logren entender las connotaciones que tienen las decisiones que se asuman en torno a la protección de los recursos naturales. No obstante, pareciera que aún nos cuesta como Estado, dar a conocer las impliciaciones que puede tener la implementación de las políticas ambientales que se establezcan por parte de las diferentes autoridades. Situaciones puntuales, como las discusiones de la Reserva Van Der Hammen, la delimitación del páramo de San Turbán, las cuotas de pesca de tiburones y aletas, la  declaración de diversos ríos como sujetos de derecho, entre otros casos renombrados, nos hace pensar que la institucionalidad ambiental no ha logrado de manera suficiente que el ciudadano entienda la relación de las políticas con la protección, o peor aún, que el ciudadano tienda a pensar que se puedan estar creando políticas en contra de los intereses de protección de los recursos naturales.

Las causas de esta  situación pueden ser múltiples, por tan sólo mencionar algunas de ellas valdría la pena resaltar las siguientes: (i) las diferentes autoridades del Estado  no se toman el tiempo de entender las relaciones existentes entre las medidas asumidas y el cuidado y preservación de los recursos naturales; (ii) se evidencia una ausencia de participación de la comunidad en la toma de decisiones ambientales; (iii) la agenda ambiental marcada por las redes sociales, en muchas ocasiones más que informar realidades, nos muestra distorsiones que pueden hacer perder credibilidad a los discursos de protección y conservación de los recursos; (iv) las autoridades nacionales asumen decisiones sin considerar las regiones o las implicaciones que se puedan causar en el territorio; (v) la protección de los recursos se deja en manos de la rama judicial, quien no cuenta con la suficiente capacidad para tomar decisiones que consideren todos los aspectos relevantes a nivel ambiental.

Lejos de pensar que el verdadero problema sea que el Gobierno Nacional y las Autoridades Ambientales expiden políticas en contra de la protección de los recursos naturales, creo que si vale la pena que la institucionalidad del Sistema Nacional Ambiental -SINA-, se cuestione sobre la necesidad de analizar las implicaciones de su normatividad, garantizando la participación de las comunidades y logrando de esta manera que se dimensione, entienda y comprenda los desafíos, retos  y alcances que traen consigo.  Igualmente, es necesario que en el marco de las funciones asignadas a las Corporaciones Autónomas Regionales se acerquen las decisiones nacionales al territorio, haciéndolas compatibles con las realidades locales.

De esta manera, es evidente que la protección del ambiente implica nuevos retos, necesitamos nuevos escenarios que permitan que todos cumplamos nuestra obligación constitucional de protección del ambiente, necesitamos que desde la institucionalidad del SINA se abran los espacios de discusión y de entendimiento de las normas, que los usuarios indaguen mucho más allá de las redes sociales, y que los jueces conozcan las implicaciones de sus decisiones, apoyando entonces la idea de que en Colombia necesitamos la creación de una jurisdicción ambiental que pueda determinar con precisión el alcance de sus fallos.

 
Editorial

El Debate sobre las licencias ambientales

Por Cecilia Rodríguez González-Rubio
Presidenta de Catorce6

La existencia de las licencias ambientales como instrumento en la gestión ambiental es tema recurrente de debate. Se suele justificar con el mal comportamiento de empresas y los daños que causan proyectos al ambiente. Sin embargo la tragedia para Colombia es que la existencia y el rigor del licenciamiento ambiental logran ocultar la falta de planeación para el desarrollo sostenible. 

Desde la perspectiva de los espacios geográficos de todo el país, los macrobiomas y los ecosistemas, la licencia ambiental, con el buen nivel de las metodologías y términos de referencia que tiene Colombia, es un instrumento de micro administración, aislado y sin guía. Los POMCA o PONCH aportan algo a la planeación integrada que un país megadiverso y pobre requieren, pero también tienen un nivel de desarticulación. No hay un soporte para estructurar la planeación del desarrollo sostenible con el cual se podrían reducir los conflictos, mejorar el estado de los recursos naturales y darles claridad a los actores del desarrollo sostenible. 

Si pusiéramos en un mapa todas las licencias ambientales y sumáramos todos los impactos, todos los permisos de captación de aguas, vertimientos, aprovechamientos forestales, emisiones al aire, etc., así como las medidas de compensación y mitigación, ¿qué resultaría? No sabemos, pero sin duda la obligatoriedad vigente hace varios años de montar en geodatabase los estudios de impacto ambiental, permitirá algún día hacer esto. Brindará una mirada más organizada pero de microscopio. 

La planeación del desarrollo sostenible del país resulta imposible con esta mirada micro y a posteriori como lo determinan las licencias ambientales. Las evaluaciones ambientales estratégicas - EAE, ya incluidas en las normas colombianas pero en desuso, podrían jugar el papel constructivo que el país reclama del sector. Brindarían un norte para todos en las regiones, autoridades, ciudadanos, empresas, academia, así como transparencia. Facilitaría todo el proceso de autorizaciones y otorgamientos de permisos. Mejoraría la gobernanza ambiental, disminuiría la inseguridad jurídica en este campo y le daría mucha legitimidad a las decisiones de las autoridades ambientales.


Columnistas Invitados

El escenario del equilibrio, una visión prospectiva

En los procesos de planificación territorial uno de los elementos más importantes que considero, es la aplicación de la prospectiva, la cual tiene como fundamento el de generar escenarios de futuros probables, posibles pero a la vez deseables con el fin de impactar el presente, una de las herramientas entre las múltiples que existen es la aplicación de los “ejes de Peter Schwartz”

Escrito Por: Jorge Alberto Sánchez Espinosa, PhD,
Presidente de la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo 2015-2016
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Jorge Alberto Sanchez

Esta herramienta consiste en generar cuatro escenarios que evidentemente pueden ser probables y posibles, pero no todos es el deseado, hay un escenario que en el proceso de planificación es el escenario deseado y que a la larga se convierte en nuestro escenario apuesta prospectivo. Buscar estos escenarios es el propósito fundamental de cualquier proceso de planificación territorial con múltiples enfoques y visión de futuro, como bien lo ha planteado el IGAC para el ordenamiento territorial, el ordenamiento productivo, el ordenamiento con enfoque de amenazas y riesgos naturales o para definir en este caso el escenario apuesta en lo que tiene que ver en el País los temas de recursos minero-energéticos versus recursos naturales como los suelos y las aguas y todas sus implicaciones en términos de ecosistemas y biodiversidad. Entonces, de acuerdo con lo anterior nuestra pregunta es ¿qué hacemos?, explotamos nuestros recursos minero-energéticos o protegemos nuestros recursos naturales en términos de suelos y aguas.

Por otra parte y en términos geográficos predomina la complejidad sobre la simplicidad, es decir las cosas son mucho más complejas de lo que uno cree, y empecemos el análisis con plantear que Colombia está en lo que conocemos como el “Circulo de Fuego del Pacifico”,  que concentra las zonas de actividad tectónica y volcánica a lo largo de la costa occidental de todo el  continente americano, el país está rodeado de varias placas tectónicas activas, entre las cuales se tienen las placas de Nazca, Cocos y la del Caribe, las cuales de una u otra manera han contribuido a la formación de la alta montaña cordillerana y en general del País. Sí no hubiese sido por esta dinámica tectónica no existiría Colombia, nos debemos a ese choque de estas placas tectónicas que han producido la elevación de nuestras cordilleras y la formación posterior de estos ecosistemas montañosos, de planicies y de valles, es así que tenemos todos los tipos de rocas, sean estas, ígneas, metamórficas, sedimentarias, de diferente edad geológica, recubrimientos de mantos de cenizas volcánicas producto de esa gran actividad durante el terciario y aún en el pleistoceno y holoceno, tenemos también todos los tipos de relieves habidos y por haber en términos geomorfológicos, todos los pisos bioclimáticos con todas las condiciones de humedad al interior de ellos y sí le sumamos las condiciones socioeconómicas, culturales y multiétnicas el resultado es una gran complejidad y esta complejidad se traduce en una gran heterogeneidad cuyo significado es una gran riqueza, somos un país rico, en suelos, en aguas, en cultura, en biodiversidad, en recursos minero-energéticos, en bosques, en todo.

Ante lo anterior, vamos a iniciar nuestro análisis prospectivo para dar respuesta a nuestra pregunta problematizadora. En el eje de las X vamos a colocar los proyectos encaminados a lograr un desarrollo minero-energético y en el eje de las Y colocamos los proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales en términos de suelos y aguas; a lo cual se forman cuatro escenarios posibles. 

Un primer escenario que denominamos TENDENCIAL y corresponde a aquel escenario en el que todo es negativo, no hay proyectos encaminados al desarrollo minero-energéticos, ni proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales es decir todo es informalidad y degradación de nuestros recursos suelos y aguas.  Un segundo escenario que denominamos ALTERNATIVO 1 y es aquel en el que se llevan a cabo proyectos encaminados al desarrollo minero-energéticos pero no hay proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos suelos y aguas, este escenario conllevaría a mejorar la calidad de vida de los habitantes en un lapso de poco tiempo y en detrimento de los recursos naturales. Un tercer escenario que se denomina ALTERNATIVO 2 y es el escenario contrario al anterior, aquí se desarrollan proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales suelos y aguas y nada de proyectos para el desarrollo minero-energéticos, este es el escenario conservacionista, no toquemos nada y conservemos todo y por último, un cuarto escenario que denominamos el escenario del EQUILIBRIO, en donde se desarrollan proyectos minero-energéticos y a la vez proyectos encaminados a la protección y conservación de los recursos naturales suelos y aguas y este escenario para mí sería el escenario apuesta, sería mi escenario PROSPECTIVO, pero el apostarle a este escenario como deseado y realizable, requiere un componente muy alto de investigación, ciencia y tecnología, ciudadanos responsables y compromiso desde todos los estamentos del estado, una vez ubicados en este escenario planteamos las estrategias y proyectos que se lograron alcanzar con el fin de impactar el presente para lograr este escenario. Invito a los colombianos a realizar este análisis prospectivo con responsabilidad social y en beneficio del mejoramiento de nuestra calidad de vida, dentro de una rigurosa estrategia de protección y conservación de nuestros recursos naturales. EN CUÁL ESCENARIO ESTA USTED?.

Nuestra pregunta es ¿qué hacemos?, explotamos nuestros recursos minero-energéticos o protegemos nuestros recursos naturales en términos de suelos y aguas.

Editorial

El turismo de la paz

Eduardo200
Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6

Con humildad y pocos recursos, comunidades de zonas de conflicto y pequeños grupos de excombatientes de base, han ido logrando en el último año, lo que los gobiernos y los líderes nacionales de Farc, no han podido desde que firmaron los acuerdos: mostrarle al mundo desde su propia geografía, que la paz se construye con compromisos desde el fondo del corazón y con la decisión de actuar para jamás volver a la guerra.

Aunque no son más de diez las experiencias que hay en Colombia en las que exguerrilleros y comunidades reciben visitantes para mostrar atractivos naturales que antes solo podían disfrutar soldados y combatientes, ellas han servido para que unos y otros muestren la exuberancia de nuestra geografía recreada con historias de vida de individuos y comunidades.


Así han logrado impactar el pensamiento de decenas de nacionales y extranjeros que han logrado vencer prejuicios para el viaje, y dejarse encantar por una combinación virtuosa de paisaje, historia y experiencias actuales, que se abren paso en medio de la parsimonia oficial y la retórica de la paz que tanto abunda en nuestras ciudades.

 

En el caso de los excombatientes, los emprendimientos turísticos han sido financiados en la mayoría de los casos por ellos mismos a través del estipendio individual que el gobierno les gira cada mes. En el caso de las comunidades con lo que le pueden quitar a su normal sustento diario. Una que otra iniciativa aislada ha contado con el apoyo de la cooperación de algún gobierno europeo. A pesar de esto nadie se queja y ninguno espera nada desde el centro del poder. Solo quieren que las decisiones que desde estos se tomen, no los acerquen a una historia de violencia que no quieren repetir.

 

El abanico de destinos es muy variado, pero no alcanza a superponerse con el antiguo mapa de zonas rojas de la guerra. No obstante, alcanza para que en las páginas de promoción turística empiecen a aparecer destinos que antes solo aparecían con noticias trágicas de emboscadas o bombardeos. Por eso da gusto encontrar nombres de lugares como Ponderos en la Guajira, Uribe en el Meta, La Paz en el Cesar, Montes de María en Córdoba, o el Caguán en el Caquetá, como destinos turísticos. Pero da más gusto saber que en todos estos espacios excombatientes y campesinos forman parte de los guías que hablan de la guerra que no quieren volver a repetir.

 

Lo que debería seguir es que iniciativas como estas se alimenten de visitantes. Que sean estimuladas por programas de apoyo de fundaciones, empresas y promotores turísticos. Que desate un círculo virtuoso de la paz en el que todos aprendamos, para que la guerra sea un capítulo del pasado que no se puede volver a repetir.

Investigación

En agosto ya gastamos los recursos naturales que se generarán durante todo 2017, comenzamos a vivir a ‘crédito’

Con base en el calculo de los recursos que el planeta Tierra genera durante un año entero, para el 2 de agosto ya usamos todos los del 2017 entero. El año pasado fue el 8 de agosto, la situación se agrava.
Comunidades

Estudiantes extranjeros en escuela para aprendices de sustentabilidad en Boyacá

Jabón y champú biodegradable, amor por la tierra, espíritu de cooperación, botas de caucho y guantes de cuero son algunos de los elementos que el voluntario-aprendiz debe llevar para pasar su tiempo en la Escuela Participativa de Sustentabilidad que funciona en Santa Sofía cerca de Villa de Leyva en Boyacá.

Uncategorised

Informe El medio ambiente en Europa: Estado y perspectivas 2020

El documento revela los desafíos ambientales a los que se enfrenta Europa y señala los aspectos alentadores como la mayor sensibilización de la sociedad, las innovaciones tecnológicas, el aumento de las iniciativas comunitarias y los avances en la actuación de la UE, como el Pacto Verde Europeo.

Según el informe, aunque las políticas europeas han ayudado a mejorar el medio ambiente en las últimas décadas, Europa no está realizando suficientes avances, y las perspectivas ambientales para la próxima década no son positivas.

El SOER 2020 constituye la evaluación medioambiental más completa realizada hasta el momento en Europa. Ofrece una visión clara del punto en el que se encuentra Europa con respecto al cumplimiento de los objetivos políticos para 2020 y 2030, así como de los objetivos y ambiciones a más largo plazo, para 2050, con relación al cambio a un futuro sostenible e hipocarbónico.

El informe SOER señala que Europa ya ha realizado avances significativos a lo largo de las dos últimas décadas en términos de mitigación del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. También destaca signos evidentes de avances en otros ámbitos como la reducción de la contaminación del agua y del aire, la introducción de políticas para reducir los residuos de plástico y para fomentar la adaptación al cambio climático y la economía circular, así como la bioeconomía. Por otra parte, la iniciativa financiera sostenible de la UE es la primera de este tipo que implica al sector financiero en el necesario cambio a un futuro sostenible.

El informe destaca siete ámbitos clave en los que tendrán que tomarse medidas audaces para que Europa pueda reconducir la situación y alcanzar los objetivos y ambiciones fijados para 2030 y 2050.

  1. Aprovechar todo el potencial de las políticas medioambientales vigentes. Su plena aplicación permitiría a Europa avanzar un largo trecho en el logro de sus objetivos medioambientales para 2030.
  2. Convertir la sostenibilidad en el marco de toda política. El desarrollo de marcos políticos a largo plazo con objetivos vinculantes, empezando por el sistema de alimentación, los productos químicos y el aprovechamiento del suelo, impulsará y guiará acciones coherentes en diferentes ámbitos políticos y en la sociedad.
  3. Liderar la acción internacional hacia la sostenibilidad. La UE debe utilizar su influencia diplomática y económica para promover la adopción de acuerdos internacionales ambiciosos en ámbitos como la biodiversidad y el uso de los recursos.
  4. Fomentar la innovación en toda la sociedad. El cambio del rumbo actual dependerá estrechamente de que surjan y se generalicen diversas formas de innovación que pueden dar lugar a nuevos modos de pensar y de vivir.
  5. Ampliar las inversiones y reorientar el sector financiero para dar apoyo a empresas y a proyectos sostenibles. Esto requiere invertir en el futuro aprovechando al máximo los fondos públicos para apoyar la innovación y las soluciones basadas en la naturaleza, buscando la sostenibilidad y dando apoyo a las regiones y los sectores afectados. Esto también implica hacer que el sector financiero participe en la inversión sostenible mediante la aplicación y la mejora del plan de acción financiera sostenible de la UE.
  6. Gestionar los riesgos y garantizar una transición socialmente justa. El éxito de la transición hacia la sostenibilidad exigirá que las sociedades reconozcan los posibles riesgos, las oportunidades y los compromisos, y diseñen vías para gestionarlos. Las políticas nacionales y de la UE desempeñan un papel esencial en la consecución de «transiciones justas» asegurando de que nadie quede atrás.
  7. Crear más conocimientos y competencias técnicas. Para ello, es necesario centrarse en comprender los sistemas que generan presiones medioambientales, las vías hacia la sostenibilidad, las iniciativas prometedoras y los obstáculos que impiden el cambio. Es imprescindible desarrollar más capacidades que permitan manejarnos en un mundo en rápido cambio invirtiendo en educación y competencias.

 

 A continuación puede leer el informe completo en inglés: 

 
 
El resumen ejecutivo en español aquí
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Informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente 2018-2019 IERNA

El último informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente 2018-2019, realizado por la Contraloría General de la República, tiene el propósito de investigativo y profesional recoge los principales aspectos de la gestión ambiental que desarrolló el país durante una vigencia, además de brindar una prospectiva analítica de la forma como el Gobierno nacional realizó su gestión para proteger y potencializar el uso sostenible de los recursos naturales.

Así mismo, con este informe la Contraloría da cumplimiento al mandato establecido en el numeral 7 del artículo 268 de la Constitución Política, al brindar la principal herramienta técnica y de gestión con la que cuenta el Congreso de la República, la ciudadanía y la academia, para conocer los principales hitos que destacaron la toma de decisiones del Gobierno nacional en materia ambiental del último año y los desafíos y estrategias trazadas en la agenda futura.

El resultado del informe reúne un análisis del sector desde cinco dimensiones:

  1. La evaluación del Plan Nacional de Desarrollo 2014- 2018 y el cumplimiento de su Estrategia de Crecimiento Verde.
  2. Análisis del Gasto Público Social Ambiental del 2018, desde una visión completa de fuentes de financiamiento y asignación del gasto ambiental.
  3. Gestión Institucional para el control de la deforestación en Colombia durante el período 2010-2018 con insumos cartográficos que ilustran la delicada situación evidenciada en las regiones objeto de análisis.
  4. Compromisos del país con la agenda internacional en medio ambiente, sostenibilidad y variabilidad climática.
  5. Control fiscal ambiental en las regiones colombianas a través de su delegada de Medio Ambiente, en materia ambiental, su gestión de auditoría y vigilancia de los recursos públicos mediante acciones concretas y de prospectiva en cinco regiones del país.

En la primera dimensión, se abarca el enfoque de crecimiento verde de acuerdo con los lineamientos de la OCDE y se analizan las estrategias incorporadas al PND 2014 -2018 y sus objetivos:

1) Avanzar hacia un crecimiento sostenible y bajo en carbono.
2) Proteger y asegurar el uso sostenible del capital natural y mejorar la calidad y gobernanza ambiental
3) Lograr un crecimiento resiliente y reducir la vulnerabilidad frente a los riesgos de desastres y al cambio climático

Asimismo, se analizan las debilidades del diseño y se revisan los objetivos en los sectores:

  • Minas y energía
  • Comercio, industria y turismo
  • Agropecuario
  • Vivienda, ciudad y territorio

Frente al gasto público social ambiental, el Presupuesto total del Sistema Nacional Ambiental – SINA Central, durante en el periodo 2015 a 2018, mostró una variación positiva que asciendó a $884.224 millones de pesos.

En cuanto a la gestión institucional para el control de la deforestación en colombia durante el período 2010 – 2018, el informe señala que hay una debilidad institucional, financiera y de gestión ambiental regional que coincide con las mayores zonas de deforestación del país. La Contraloría sugiere que esta situación exige replantear los planes de acción y tomar medidas para mejorar la gobernanza de las CAR, especialmente en: Codechocó, CDA, Corpoamazonía y Cormacarena. También sugiere que constituiría un relevante avance normativo contar con una ley forestal integral, que incluya la visión de un modelo industrial maderero y sostenible. 

Finalmente, el quinto punto hace un análisis de las regiones Andina, Orinoquía, Amazonía y Caribe, identificando problemáticas como aglomeración urbana, concentración de demanda de recursos naturales y de energía, difícil manejo de residuos, inestabilidad social e institucional, impactos nocivos al medio ambiente, debilidad de las autoridades ambientales regionales, deforestación, minería ilegal, entre otros. 

A continuación puede leer el informe completo: 

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Informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente 2019-2020 IERNA

El informe advierte sobre el deterioro ambiental del río Magdalena, baja capacidad de las autoridades ambientales, deficiencias sanitarias en San Andrés, entre otras.

Hábitat

La paz es una oportunidad para el país más biodiverso del mundo: Wade Davis

Uno de los antropólogos y ambientalistas más respetados del mundo estuvo en Colombia y en entrevista con Catorce6 reconoció la importancia de la paz para la protección de los recursos naturales.

Columnistas Invitados

Las licencias ambientales más allá de los parámetros permisibles

 ALVARO JOSE HENAO

Alvaro José Henao Mera
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Ex asesor Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Secretaría Distrital de Ambiente, Parques Nacionales Naturales.

El Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente – Decreto Ley 2811 de 1974 - en su título V fijó los modos de adquirir el derecho a usar los recursos naturales renovables, determinando que el mismo se obtiene mediante la expedición de un permiso, trámite, autorización o proceso de licenciamiento ambiental, excepto en los casos en que su uso provenga de una actividad amparada por ministerio de Ley.

El otorgamiento de dichos permisos o autorizaciones, obedece a una evaluación técnica y jurídica, en donde conforme a los principios que rigen el accionar administrativo ambiental, la autoridad debe evaluar en el marco de un proyecto, obra o actividad, cuáles son los efectos del daño al ambiente y de qué forma dicho daño se puede corregir, mitigar, manejar o compensar con la imposición de diferentes obligaciones a cargo del titular del trámite.

Dicha evaluación corresponde sin duda a la materialización del principio de prevención consagrado en nuestro ordenamiento jurídico, el cual busca evitar una perdida ambiental irreversible, mediante el análisis de las consecuencias que se puedan derivar de la ejecución de un proyecto, obra o actividad. Igualmente, la expedición de un permiso debe ir en consonancia con la materialización de los principios de desarrollo sostenible, planificación y medio ambiente sano.

Basados en lo anterior, podría afirmarse que el otorgamiento de los permisos o trámites ambientales, no podría estar amparado bajo los supuestos del principio de precaución, pues su contenido precisamente exije que ante la falta de certeza científica del daño, las decisiones que se asuman propendan por la protección de los recursos naturales, afirmando entonces que cuando una autoridad ambiental no cuente con los elementos suficientes para determinar el daño o las medidas necesarias para su manejo, no debe en ningún caso otorgar una autorización para hacer uso de los recursos naturales.

Así las cosas, es totalmente claro que cuando una autoridad ambiental expide los instrumentos para otorgar el derecho a usar los recursos naturales, lo debe hacer teniendo la total certeza de (i) cuál es el daño que se causa con la realización del proyecto, obra o actividad, y (ii) cuáles son los mecanismos que se deben utilizar para el manejo de dicho daño. Estas obligaciones de certeza, deben estar en cabeza de quien solicite el permiso, licencia o autorización ambiental, pues es él quien debe probar su capacidad para poder usar los recursos naturales.

En muchos de los casos, la evaluación del daño y sus medidas, estan precedidos por la existencia de diferentes parámetros o límites permisibles estipulados en normas de superior jerarquía, que deben ser acatadas por quienes deseen hacer el mencionado uso. Esto sin contar, con las disposiciones que bajo el principio del rigor subsidiario se pudieran haber interpuesto por parte de la autoridad local competente.

Basados en la exposición realizada, vale la pena traer a colación la decisión adoptada por la Corte Constitucional en el marco de la Sentencia T 614 de 2019, en la cual la comunidad Resguardo Indígena Wayúu Provincial, ubicada en el municipio de Barrancas, La Guajira, solicitó la protección urgente de los derechos fundamentales a la vida, integridad personal, salud, intimidad de los habitantes de su comunidad y al ambiente sano, por la actividad de explotación minera adelantada por la empresa Carbones del Cerrejón Limited.

Los integrantes de la comunidad lograron demostrar las afectaciones que se causaban de manera directa por medio de estudios científicos que comprobaban algunas sustancias contaminantes en el aire como Azufre, Cobre, Cromo y Zinc; y otras en la sangre de sus habitantes como Cromo, Niquel, Manganeso y Bromo, todas relacionadas con la actividad realizada por la empresa. Sin embargo, en su defensa, Carbones del Cerrejón aseveró que cumplían a cabalidad con las obligaciones emitidas en la licencia ambiental, y que los estudios realizados en el marco de sus informes de cumplimiento, arrojaban un acatamiento de los parámetros permisibles que habían sido establecidos por la Autoridad Ambiental competente.

Con base en lo anterior, la Corte Constitucional determinó que los parámetros y límites permisibles establecidos en la normatividad, no son suficientes para garantizar la protección de los recursos naturales y la comunidad. Afirmando que:

“el control ambiental y la forma de analizar si hay impactos nocivos de una actividad contaminante, no puede reducirse a la verificación matemática del cumplimiento de unos valores límite; menos aún, puede afirmarse que, si se acreditan estos parámetros, no se han ocasionado daños ambientales, como si se tratase de una especie de “dictamen pericial anticipado” al respecto.”

En este orden de ideas, la Corte impuso una orden que hasta el momento no tenía precedentes en nuestro ordenamiento, al menos no para casos particulares, la cual consistió en la necesidad de que de manera conjunta, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y CorpoGuajira, implementaran un sistema independiente de medición de la calidad del aire en el Resguardo y de las fuentes hídricas que lo abastecen, fijando en caso de ser necesario parámetros independientes que únicamente sean usados para este caso particular y concreto, pero que garanticen la protección del ambiente y de las comunidades que habitan alrededor de la operación de la empresa Carbones del Cerrejón. Su decisión se basó en el principio de precaución, como manera de obligar a las autoridades a garantizar los derechos invocados por las comunidades, y a establecer de manera científica la forma de que dicha comunidad no se vea afectada por los impactos de la empresa.

Para la Corte Constitucional “(…) resulta indispensable adoptar todas las medidas para mitigar la ocurrencia de daños a la naturaleza, así como exigir a los diferentes actores sociales y empresariales su cumplimiento y, de ser necesario, la modificación de las ya existentes, con el fin ulterior de garantizar plenamente la salvaguarda del ecosistema y de las personas que pueden verse afectadas por ello.”

Sin duda, la decisión de la Corte más allá de ser novedosa, establece que el deber constitucional de protección de los recursos naturales está en cabeza de todos, y que si bien pueden existir parámetros límites permisibles y procesos que cuenten con instrumentos ambientales vigentes, el deber de los administrados está en garantizar el cuidado y protección de los recursos naturales, incluso por fuera de los parámetros y límites establecidos para su cumplimiento.

Si bien la decisión es interesante y ratifica que los permisos, trámites y autorizaciones ambientales más allá de ser instrumentos legales, son instrumentos constitucionales, surje con esta decisión varias preguntas relevantes, que valdría la pena seguir analizando: 1) ¿Se debió mantener la licencia ambiental, aún a sabiendas que la misma no protegía el medio ambiente ni a los habitantes? 2) ¿Estamos en presencia de la posibilidad de aplicar el principio de rigor subsidiario en casos particulares y concretos, incluso por autoridades que no tienen competencia directa en el manejo del instrumento ambiental? 3) ¿Los parámetros límites máximos permisibles, no son una garantía absoluta de las medidas de manejo que se deben asumir por parte de los particulares?

Columnistas Invitados

Los pioneros latinoamericanos de la ecopolítica

Margarita Marino de Botero

Desde el documento de la Fundación Bariloche hasta el informe de Cocoyoc, los estudiosos latinoamericanos cuestionan si los modelos históricos vigentes de extracción y aprovechamiento de nuestros recursos naturales pueden aminorar la inequidad o resolver los problemas de la pobreza, si la manera como producimos y consumimos destruye los bienes naturales, modifica sus paisajes, altera ecosistemas, crea exclusión social en las grandes urbes, impide el fortalecimiento de opciones locales y construye aspiraciones y corrientes contrarias a la defensa del ambiente sano y a su preservación en el tiempo.

Tiene todo que ver con el sentido de nuestras visiones del desarrollo, las nuestras y las de nuestra historia ancestral, de lo que queremos, diseñamos y hacemos. Cómo construimos sociedad y cultura, comportamiento y valores. Cómo actuamos, cómo vivimos y cómo queremos vivir. Una prosperidad sin destrucción ambiental irreversible supone proponer una economía que contemple los bienes y servicios ambientales, pero sobre todo un estado con legitimidad ecológica, una política ambiental que dé valor y sentido a la naturaleza como bien intrínseco, bien público, social, cultural y de bienestar común. Un compromiso político regional y global para la defensa ambiental a través de la información, la educación y una ciencia incluyente que impulse un cambio cultural universal.

Una prosperidad sin destrucción ambiental
irreversible supone proponer una
economía que contemple los bienes y
servicios ambientales

“Nuestra Propia Agenda”, un documento elaborado por más de 30 expertos latinoamericanos hace 30 años con ocasión de “La Cumbre de la Tierra - Río92”, reconoció la historia ambiental de la región, la disponibilidad de sus recursos y bienes ambientales, las históricas modalidades de extracción y disposición de los recursos, examinados especialmente por su importancia para las economías y las rentas nacionales, y demostró el negativo impacto ambiental de los dos últimos siglos en la ocupación y uso del territorio y los espacios naturales.

Anotó con firmeza las evidentes contradicciones dentro de la modalidad de desarrollo prevaleciente en la región, los conflictos cada día más fuertes entre el crecimiento y el medio ambiente. Formuló las preguntas pertinentes y previno las consecuencias de un desarrollo limitado y equivocado y rescató los indudables aportes que el pensamiento ambiental había realizado en el periodo 1950-1990, resaltando sus aspectos distintivos e innovadores, que apuntan al corazón de las agendas de política pública.

Los ambientalistas latinoamericanos enfatizaron un aspecto esencial de lo ambiental, la incidencia de la actividad humana y el efecto de los modelos económicos. Admitiendo problemas globales, como la reducción o eliminación de la contaminación, propusieron ampliarlo a generar un planteamiento político sobre las alternativas de desarrollo local regional y global. “Ante los fuertes embates naturales y sociales que sufren nuestros sistemas ecológicos y sociales, ¿cuál es el grado de elasticidad que es posible prever?, ¿cuál es la capacidad que tendremos hacia el futuro cuando el cambio climático y el cambio global tensen cada vez más nuestros límites y pongan en
serios desafíos el mantenimiento de nuestras sociedades?”*.

Considerando que el planeta es el único hogar de que dispone el género humano, “nuestra casa común”, como expresa el pontífice Francisco, existen razones apremiantes para esta discusión que nos lleva a explorar las posibilidades del desarrollo sostenible y la forma de minimizar los impactos humanos negativos para el funcionamiento de los sistemas de la Tierra, sistemas sin los cuales es imposible la vida. Confirmar lo obvio: la salud de la naturaleza es la salud de la humanidad.

* Sejenovich, H. (coord.); Slutzky, B.; Cabrera, S., y Aguirre, P. (2012). Rescatando la historia perdida. El pensamiento ambiental latinoamericano a la luz de las contradicciones actuales del desarrollo.

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