Jueves, 14 Noviembre 2024
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AMBIENTALISTAS EN LA HABANA

Un grupo de los más reconocidos ambientalistas del país se reunió con el equipo negociador de las Farc, reclamaron una mirada ambiental de las negociaciones de paz y se comprometieron a votar por el SI en el plebiscito. Su declaración también fue presentada al Gobierno Nacional.

 

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Así reaccionaron los ambientalistas a la renuncia del Ministro de Minas, Tomás González

Varios ambientalistas expresaron sus opiniones frente a la renuncia del ministro de Minas y Energía, Tomás González, por las dificultades que enfrenta el país en materia de generación de Energía, a raíz del fenómeno de El Niño y el bajo nivel de los embalses.

Editorial

Desideologizar el medio ambiente

Eduardo200
Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6

La ideologización del debate ambiental ha cobrado en el planeta su principal víctima. Se expresa en los gobiernos locales y nacionales, en el activismo, en la política y aún en la academia. Hay temas urgentes que tomadores de decisiones prefieren no abordar, pues creen que con una posición diferente estarían fortaleciendo la tendencia ideológica contraria.

Expertos en materias como calidad de aire en el  caso de Eduardo Behrentz o biodiversidad como Brigitte Baptiste y Gonzalo Andrade, han sufrido el tránsito de la adulación al matoneo en cuestión de días. Sucedió cuando sus reflexiones coincidieron y dejaron de coincidir con el discurso activista o decisiones de gobierno.

Hemos visto a Behrentz citado y descalificado por funcionarios de las dos últimas administraciones de Bogotá, según la coincidencia de sus opiniones con las decisiones que han tomado sobre emergencia ambiental o transporte público. Lo mismo ha sucedido con Baptiste, cuando se atrevió a hablar de sostenibilidad e industria en casos como la minera. También pasó con Andrade cuando la comisión de expertos sobre fracking, de la que hizo parte, entregó sus conclusiones recomendando -entre otras- un piloto experimental sobre esa práctica.

La ideologización busca a toda costa la crucifixión de un sector de la sociedad. Ella ha impedido que se incorpore responsablemente la información, la evidencia científica y el conocimiento a la discusión pública o a las decisiones de líderes, funcionarios o directivos de empresa.

Muchos militantes de izquierda han hecho de las banderas ambientales su propiedad privada. De otra parte, muchos expertos ambientales prefieren ausentarse de los debates para evitar desgastes; así se han venido aplazando discusiones sobre problemáticas de extrema gravedad que no dan espera. Un solo ejemplo son los vertimientos inadecuados que hogares, negocios e industrias hacen al alcantarillado de nuestras ciudades.

Efectivamente en sólo Bogotá, durante el último año, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado ha tenido que atender 9.300 emergencias (25 diarias en promedio) y gastar más de 4.400 millones de pesos para retirar las bolas de grasa que se solidifican en las alcantarillas de la ciudad. Todos los días las redes de alcantarillado se colmatan en zonas cercanas a restaurantes, centros comerciales o zonas industriales. Así fue muriendo el Río Bogotá; así agonizan el Río Cauca y el Río Suárez, en consecuencia se enferma gravemente el Río Magdalena.

Problemáticas como la anterior obligan a la revisión de hábitos de consumo, de producción y de formas de gestión pública; es decir, deberían estar en el primer lugar de la agenda local y nacional. Pero no está sucediendo de esta manera seguramente porque tal debate no permite crucificar al enemigo económico o político predeterminado.

Los mismos que se rasgan las vestiduras hablando de la protección de nuestras fuentes hídricas, poco hacen para evitar que estemos disputando el campeonato de ríos sucios del hemisferio.

No cabe duda que una de las prioridades ambientales del momento consiste en asumir tales discusiones sin ideología de por medio.

Editorial

El ambiente en la conversación nacional

Foto Eduardo Chaves 200
Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6
 

De las tantas novedades que se han presentado en el Paro Nacional, una de las más significativas  tiene que ver con la irrupción fuerte de los temas ambientales en el debate nacional. Es una realidad que las movilizaciones confirmaron algo que se hizo evidente en las elecciones locales del pasado octubre, en las que los candidatos a alcaldías y gobernaciones tuvieron que “ser evangelizados” en las disciplinas ambientales, para responder a crecientes demandas de los ciudadanos en materia ecológica. De hecho y como resultado de este fenómeno, en la mayoría de elegidos al poder local se encuentran los que en campaña fueron más decididos en sus posturas ambientalistas.

Aunque las demandas ambientales de los marchantes aún siguen siendo una mezcla desordenada de consignas generales globales y denuncias locales concretas, el solo hecho que ellas hagan parte de la discusión nacional es de una gran relevancia. A esta realidad debemos sumar otras dos señales importantes: La primera, que el Presidente Duque haya decidido que una de las seis mesas de su Conversación Nacional sea la ambiental; la segunda, que dos de los tres retos que propuso el pasado 5 de diciembre la Misión de Sabios son en esencia ambientales: Colombia Biodiversa y Colombia Productiva y Sostenible. No hay duda: lo ambiental llegó para quedarse en el debate nacional.

El escenario de la Conversación Nacional en materia ambiental, reviste todos los elementos que permiten aportar desde lo ambiental, a la superación de las múltiples crisis por las que atraviesa el país que nos está tocando vivir. Los temas que han sido propuestos por los asistentes a la primera reunión en el Palacio de Nariño y por la Comisión de Sabios son amplios y concretos. Van desde la emergencia climática, la transición energética, las prioridades de investigación en sostenibilidad, el aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales como alternativa a la depredación, el rol de las comunidades rurales, el ajuste a las CAR, el papel del ambientalismo, entre otros.

A la Conversación Nacional fue invitado todo el espectro del ambientalismo sin veto de ninguna índole. Aunque algunos decidieron salirse de la primera reunión o no asistir a ella para no restarle importancia a lo que se escuchaba en la calle, o en el caso de Gustavo Wilches a lo que la naturaleza estaba diciendo; ninguno de los invitados juzgó o descalificó a los otros por su conducta. Al contrario, todos rechazaron el tuit del senador Petro en el que descalificó a ambientalistas destacados acusándolos de deslegitimar la movilización popular por el solo hecho de haber acudido a la invitación de Duque. Es evidente que los cálculos electorales casi siempre impiden ver la riqueza de la participación y movilización social.

Es claro que el debate ambiental del momento puede contribuir decididamente a la articulación de la sociedad fracturada a la que asistimos. En él están participando académicos muy respetados, activistas curtidos en muchas luchas, expertos en todo el espectro de problemáticas que hemos vivido, líderes sin tacha y empresarios decididos a contribuir a la sostenibilidad ambiental. Fortalecer la Conversación Nacional desde lo ambiental podría ser la oportunidad para que el ambientalismo adquiera gran estatura en el liderazgo nacional. A Colombia le hace falta.

 
Comunidades

Las poderosas del medio ambiente en el país

En el Día Internacional de la Mujer, Catorce6 presenta un mosaico de importantes colombianas que han contribuido en la conservación ambiental desde diferentes responsabilidades y regiones del país.

Denuncia

Récord en consumo de huevos de iguana. ¿Qué gustará?

La temporada más fértil del año para las iguanas se convirtió en un negocio fatal. En menos de una semana se han incautado 4.700 huevos que estaban destinados a la venta y no se sabe con exactitud cuántas han muerto.
 
La cifra preocupa a los sectores ambientalistas de la región Caribe, quienes afirman que el registro indica la muerte de por lo menos 156 reptiles, pues para extraer los huevos, las hembras son rajadas en la zona de su vientre y ello provoca su deceso.