Martes, 8 Octubre 2024
Actual

A lo que se comprometieron las corporaciones ambientales de los santanderes con la llegada del posconflicto

En caso de que los acuerdos de paz firmados en La Habana sean aprobados mediante el plebiscito, las Corporaciones Autónomas Regionales de los santanderes apoyarían su implementación con acciones, como negocios verdes, pago por servicios ambientales de BanCo2, declaratoria de áreas protegidas y ordenamiento ambiental del territorio.

Producción Limpia

Agrupados en unidades productivas excombatientes transformaron uniformes usados de la Policía en bolsos y accesorios

La colección fue liderada por la diseñadora María Luisa Ortiz, con el apoyo de la Asociación de Obras Sociales en Beneficio de la Policía Nacional, la Corporación Mundial de la Mujer, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, Marquillas S.A la Promotora de Comercio Social y Grupo Éxito.

Actual

AMBIENTALISTAS EN LA HABANA

Un grupo de los más reconocidos ambientalistas del país se reunió con el equipo negociador de las Farc, reclamaron una mirada ambiental de las negociaciones de paz y se comprometieron a votar por el SI en el plebiscito. Su declaración también fue presentada al Gobierno Nacional.

 

Editorial

El turismo de la paz

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Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6

Con humildad y pocos recursos, comunidades de zonas de conflicto y pequeños grupos de excombatientes de base, han ido logrando en el último año, lo que los gobiernos y los líderes nacionales de Farc, no han podido desde que firmaron los acuerdos: mostrarle al mundo desde su propia geografía, que la paz se construye con compromisos desde el fondo del corazón y con la decisión de actuar para jamás volver a la guerra.

Aunque no son más de diez las experiencias que hay en Colombia en las que exguerrilleros y comunidades reciben visitantes para mostrar atractivos naturales que antes solo podían disfrutar soldados y combatientes, ellas han servido para que unos y otros muestren la exuberancia de nuestra geografía recreada con historias de vida de individuos y comunidades.


Así han logrado impactar el pensamiento de decenas de nacionales y extranjeros que han logrado vencer prejuicios para el viaje, y dejarse encantar por una combinación virtuosa de paisaje, historia y experiencias actuales, que se abren paso en medio de la parsimonia oficial y la retórica de la paz que tanto abunda en nuestras ciudades.

 

En el caso de los excombatientes, los emprendimientos turísticos han sido financiados en la mayoría de los casos por ellos mismos a través del estipendio individual que el gobierno les gira cada mes. En el caso de las comunidades con lo que le pueden quitar a su normal sustento diario. Una que otra iniciativa aislada ha contado con el apoyo de la cooperación de algún gobierno europeo. A pesar de esto nadie se queja y ninguno espera nada desde el centro del poder. Solo quieren que las decisiones que desde estos se tomen, no los acerquen a una historia de violencia que no quieren repetir.

 

El abanico de destinos es muy variado, pero no alcanza a superponerse con el antiguo mapa de zonas rojas de la guerra. No obstante, alcanza para que en las páginas de promoción turística empiecen a aparecer destinos que antes solo aparecían con noticias trágicas de emboscadas o bombardeos. Por eso da gusto encontrar nombres de lugares como Ponderos en la Guajira, Uribe en el Meta, La Paz en el Cesar, Montes de María en Córdoba, o el Caguán en el Caquetá, como destinos turísticos. Pero da más gusto saber que en todos estos espacios excombatientes y campesinos forman parte de los guías que hablan de la guerra que no quieren volver a repetir.

 

Lo que debería seguir es que iniciativas como estas se alimenten de visitantes. Que sean estimuladas por programas de apoyo de fundaciones, empresas y promotores turísticos. Que desate un círculo virtuoso de la paz en el que todos aprendamos, para que la guerra sea un capítulo del pasado que no se puede volver a repetir.

Hábitat

En el posconflicto, Gobierno titulará pequeñas áreas en zonas de reserva forestal

En el comienzo de una nueva legislatura en el Congreso de la República el Ministerio de Ambiente tiene varios proyectos de ley, entre ellos uno para entregar títulos de tierras en áreas rurales que están en zonas de protección.

Producción Limpia

En medio de crisis, Colombia la apuesta a los biocombustibles

A pesar de la crisis por la que atraviesa el sector de los biocombustibles, en parte por la caída en los precios del petróleo, la fuerte devaluación y el cierre de la frontera con Venezuela, más de 500 invitados y 25 expositores nacionales e internacionales se reunen en este momento en La Heroica para hablar de las ventajas ambientales, económicas y sociales del uso de biodiésel y bioetanol.


Durante tres días, Cartagena de Indias es la sede de la II Conferencia Internacional de Biocombustibles, que este año acoge la versión número 22 del Simposio Internacional de Combustibles de Alcohol - ISAF (por sus siglas en inglés), con el lema “Los biocombustibles, un nuevo aire para el mundo” (vea también: Cartagena, otra vez sede de importante evento internacional para el ambiente).

Jorge Bendeck, presidente de la Federación Nacional de Biocombustibles, anfitriona del evento, explica que el Gobierno debe tomar medidas para incentivar la producción de etanol en los ingenios y exigir a las grandes mineras que utilicen en su cadena productiva una mezcla mayor de biodiésel. Ello alentaría a los emprsarios en esta etapa de baja rentabilidad.

De otra parte, la producción de combustibles verdes genera 32.000 empleos directos en el país, lo que, según afirman expertos, será vital en el posconflicto.



Actual

La JEP reconoce al medio ambiente como víctima del conflicto armado

La Unidad de Investigación y Acusación de la justicia transicional determinó que los ciclos naturales de los ecosistemas han sido gravemente afectados por la guerra.

Editorial

Minambiente por fuera del posconflicto

Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6
 

Que el Presidente Santos no haya incorporado a su gabinete del posconflicto al Ministro de Ambiente, es reflejo de la falta de grandeza con la que ven la paz algunos miembros de su círculo cercano en el Palacio de Nariño. Ya vimos lo difícil que ha resultado acondicionar los campamentos donde finalmente se concentraron los guerrilleros que marcharon hacia el desarme.

Muchos nos hicimos la misma pregunta que ante las cámaras formulase un campesino mando medio de la guerrilla: “¿si con esto tan pequeñito empezaron a incumplir, cómo será con el grueso de los puntos que acordaron?” Por eso proscribieron los principales temas ambientales de los acuerdos de paz pues, según los ambientalistas que viajaron a La Habana antes del plebiscito, los negociadores del gobierno evitaron a toda costa hablar de aspectos que pudiesen abrir la discusión sobre el modelo económico. Como si hablar de la protección a ecosistemas antes “protegidos” por la guerra, o el cuidado de las fuentes hídricas, o el rol del ecoturismo en esta nueva realidad y otros temas similares, pusiese en riesgo grave la estabilidad económica del país.

Es una lástima que el Gobierno en esta paz esté mostrando más sus temores que las certezas. Las emocionantes imágenes de largas filas de guerrilleros marchando alegres a las zonas donde van a dejar las armas, se vieron más en los noticieros internacionales que en los informativos capitalinos. Piensan más en el temor que les genera mejorar la imagen de un antiguo adversario que en mostrar los cambios que producen las nuevas voluntades de cumplir lo pactado y todo lo que ello puede movilizar.

Es que el posconflicto colombiano no es sólo el desarme de la guerrilla más antigua del hemisferio occidental. Es también la oportunidad de desarrollar una nueva forma de relacionarnos entre todos, incluidos los no armados, para construir una realidad que mejore nuestra vida y nuestro capital social y natural. Todo parece indicar que esas potencialidades no son consideradas en el círculo cercano al Presidente.

Por eso son displicentes con grupos tan reconocidos y significativos como los ambientalistas de todas las regiones que después de meses de talleres propusieron una agenda de once puntos para obtener una respuesta oficial que sólo hablaba de lo extemporánea de la iniciativa.

El Gobierno está perdiendo la oportunidad de oro para hacer de esta paz, el nuevo escenario de reconciliación entre los actores de la sociedad, de su economía, de su cultura, de sus regiones. Pero también está desestimando la capacidad creadora de una sociedad que en medio de una crisis profunda de sus liderazgos, necesita ser inspirada hacia nuevas epopeyas.

Una rectificación a tal mirada es aún posible, pero eso significa cambiar el corazón de muchos en el alto gobierno que están haciendo cálculos electorales o económicos en medio de semejante momento histórico. Por supuesto que es el Presidente el más llamado a animar tal rectificación y el ambiente es un escenario que brinda esa oportunidad empezando por la incorporación de su Ministro al posconflicto y la articulación de liderazgos naturales como el de los ambientalistas a la inauguración de una nueva utopía desde la paz.

 

Actual

Normas forestales, en pañales para la economía de la paz

Con la finalización del X Congreso Latinoamericano de Derecho Forestal Ambiental que llevaba como lema “Bosques, Gente y Paz, una oportunidad para la integración latinoamericana”, se resaltó la existencia de técnicas que permiten un aprovechamiento sostenible del bosque natural. De igual manera la necesidad de reorientar el marco legal forestal para que propicie la paz y la prosperidad del sector.

Editorial

Para visitar después de la guerra

Por Eduardo Chávez López

Director de Catorce6

 

Colombia tiene por lo menos 50 sitios maravillosos que la guerra no ha permitido conocer. El fin del enfrentamiento con las Farc, y ojalá con el Eln, va a permitir que el turismo crezca como ningún otro renglón de la economía. Si en 2014, aún con guerra, los ingresos del turismo en Colombia crecieron por encima del promedio mundial en ese renglón, generando ingresos de $4.980 millones de dólares como dijo la Ministra de Comercio, Industria y Turismo, se imaginarán ustedes lo que puede pasar si se acaban las restricciones de orden público a las zonas protegidas con las que cuenta Colombia.

 

Según un reciente informe del PNUD (2015) y datos de Parques Nacionales Naturales, 41 de los 47 municipios con prioridad alta en el posacuerdo tienen alguna figura de protección. De 78 municipios con prioridad media alta, 59 tienen alguna figura de protección y 26 tienen más del 50% de su área bajo alguna de estas figuras. En todos los casos hay variedad de ecosistemas que deslumbrarían un mercado global que crece de manera exponencial.

 

Las cifras del Gobierno nacional indican

quedurante 2014 Colombia recibió4.192.742

de visitantes extranjeros no residentes

 

Según el portal especializado Ecoturism.com, del 20 por ciento al 30 por ciento de los viajeros en Europason conscientes de las necesidades y los valores del turismo sostenible y entre el 10 por ciento y el 20 por ciento buscan opciones verdes para sus vacaciones. En Alemania, el 65 por ciento (39 millones) de los viajeros esperan calidad del medio ambiente en sus actividades turísticas. Más de dos tercios de los viajeros de EE.UU. y Australia, y el 90 por ciento de los turistas británicos tienen en cuenta la protección del medio ambiente, incluido el apoyo de las comunidades locales, para escoger su destino. Ocupando Colombia los primeros puestos en megadiversidad, están dadas todas las posibilidades para conquistar buena parte de ese mercado, que tiene además la ventaja que se puede lograr sin generar emisiones ni afectar nuestros recursos estratégicos.

 

Es que con solo asomarse al mapa del PNUD, que traslapa las zonas del conflicto armado con las áreas protegidas, el territorio colombiano resulta una triste combinación de rojo y verde en más del 30 por ciento de su superficie. En ese rojo y verde hay maravillas amazónicas como Chibiriquete o Apaporis, exuberancias del Pacífico como Gorgona, Sanquianga o Utría, ecosistemas de alta montaña como Los Farallones, la hermosa laguna de Juan Tama donde nació la cultura Nasa, el inmenso páramo de Sumapaz, el majestuoso parque de La Macarena y el inmenso Llano, tan lejano por la guerra como cercano en la geografía. Así pasa con el Nudo de Paramillo en Antioquia y Córdoba, con el Catatumbo en Norte de Santander y en todas las regiones de Colombia.

 

Si con guerra el turismo es el tercer generador de divisas para el país, después de petróleo y carbón, y el responsable de más del 50 por ciento de las exportaciones totales de servicios, con un nuevo ecoturismo podremos rápidamente hacer de ese sector el primer renglón de la economía. Departamentos tan necesitados de ingresos como ricos en biodiversidad como Nariño, Boyacá, Caquetá, Putumayo, Guaviare, Cauca o Chocó deberían desde ahora alistar los nuevos destinos.

 

Las cifras del Gobierno nacional indican que durante 2014 Colombia recibió 4.192.742 de visitantes extranjeros no residentes. En ese mismo año, las visitas de los colombianos no residentes en Colombia fueron 597.522. Todas estas cifras pueden multiplicarse por 2, 3 o 4 con la sola consecución de la paz y una adecuación básica de la infraestructura para la recepción de visitantes.

 

Por lo visto, es poco lo que se está haciendo para que el ecoturismo crezca en el posconflicto. Todo parece indicar que mientras las entidades encargadas de las estrategias van en mula, los acuerdos van en jet. Ya es hora de que por lo menos los encargados vayan averiguando si hay cupos en ese vuelo.

Actual

Primera rueda de inversionistas en proyectos de restauración forestal y bosques de paz

El X Congreso Latinoamericano de Derecho Forestal Ambiental, organizado por el Ministerio de Ambiente y otras entidades, y en el cual estarán presentes las autoridades ambientales, empresas  y organizaciones comunitarias, tiene como tema este año 2016 “Bosques, gente y paz, una oportunidad para la integración Latinoamericana”. El Ministro Murillo a su vez informó el compromiso del Reino Unido de aportar $300 millones de dolares para reducción en deforestacion.