El 60% del área mundial sembrada de fríjol sufre de estrés por sequía. El Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat) ubicado en Palmira, Valle, ya cuenta con variedades del cultivo con resistencia genética a las principales plagas y enfermedades, para evitar pérdidas de rendimiento y reducir el uso de plaguicidas y la contaminación ambiental.