Lunes, 2 Diciembre 2024
Internacional

Bill Gates invita a una revolución tecnológica de los sistemas sanitarios, inodoros incluidos

El multimillonario fundador de Microsoft hizo la presentación de sus propuestas en un evento en China. Para llamar la atención apareció con un tarro de excrementos en el escenario.
Legales
Denuncia

Doña Juana: un monumento a la inoperancia

Vecinos siguen afectados, cientos de denuncias se han hecho, administraciones de diferentes partidos han gobernado y nada cambia. El relleno no da más.

Columnistas Invitados

El gran desafío del cambio climático y la gestión del agua

María Eugenia Rinaudo EAN 2

Maria Eugenia Rinaudo Mannucci
MSc. en Sistemas de Vida Sostenible, Coordinadora de Sostenibilidad de la Universidad Ean. Profesora y líder de la línea de investigación en “soluciones basadas en la naturaleza y cambios transformativos” del Grupo INDEVOS. Actualmente forma parte del grupo de expertos nacionales para la Evaluación Nacional en Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de la IPBES.
Twitter: @rinaudomariae - LinkedIn

 

El acceso a agua limpia cuenta como uno de los derechos humanos fundamentales globales, sin embargo en la actualidad, más de 1.000 millones de personas en las ciudades carecen de acceso al agua limpia. Esto no se debe por lo general a que los suministros sean insuficientes, sino a que tal situación crítica deriva de la incapacidad de organizar adecuadamente los suministros para satisfacer la demanda. Un tal menoscabo es más frustrante cuanto que la naturaleza dispone de mecanismos necesarios para suministrar agua limpia y saludable. No obstante, en muchísimas partes del mundo, una gestión medioambiental errada ha conducido a una escasez crítica de agua dulce.

La ausencia de acceso al agua potable y al saneamiento trae aparejados cientos de millones de casos de enfermedades relacionadas con el agua y más de 5 millones de decesos cada año. Aproximadamente 1.8 millones de personas mueren cada año debido a enfermedades diarreicas (incluido el cólera), el 90% de estas personas son niños de 5 años de edad, localizados principalmente en países en vías de desarrollo.

Cerca de un tercio de la población mundial vive en países que sufren de estrés hídrico moderado a alto (donde el consumo de agua representa más del 10% de los recursos renovables de agua dulce). Unos 80 países, que constituyen el 40% de la población mundial, sufrían de graves problemas de escasez de agua a mediados del decenio de los años ochenta. El incremento en la demanda de agua fue motivado por el crecimiento de la población, el desarrollo industrial y la expansión de la agricultura. Como leía hace tiempo, “alrededor del agua, se construye tejido social”. El agua es crucial para el desarrollo social y económico de las naciones.

Debido a todo lo anteriormente comentado, el agua no puede ser concebida como un sector, sino como un recurso transversal que debe ser considerado como un elemento central en las estrategias integrales de adaptación al cambio climático. Se estima que, con un aumento de entre 1 y 2 grados centígrados en la temperatura, entre 800 y 1.800 millones de personas más puedan quedar expuestas al estrés hídrico para el año 2085. Es probable que la escasez de agua y la mayor frecuencia de los episodios climáticos extremos, junto con el permanente crecimiento de la demanda de agua (para la agricultura de regadío o para el turismo, por ejemplo), sean perjudiciales para los servicios ecosistémicos y los sectores económicos.

El agua es un tema vital en la agenda de la transición hacia una economía verde, y ocupa un número ilimitado de áreas de trabajo. Algunas de estas áreas pueden considerarse importantísimas a la hora de hablar de cambio climático, como por ejemplo: mitigación de la contaminación hídrica, incremento de la eficiencia energética a través del uso del reciclaje y tratamiento del agua, modernización de los sistemas de irrigación con aprovechamiento del recurso hídrico, desarrollo de la energía hidroeléctrica como alternativa limpia a los combustibles fósiles y manejo y protección ambiental de los ecosistemas hídricos.

Sin lugar a dudas, los efectos del cambio climático se harán sentir por todo el mundo y sobre todos los sectores, sin embargo, somos conscientes de que el agua es un factor fundamental en la cotidianidad de los seres vivos. La pregunta que deberíamos hacernos ahora es ¿estamos preparados para vivir en un mundo sin agua?

Bienestar

En Colombia los casos de malaria se han duplicado en los últimos dos años

En 2014 se presentaron 40.768 casos, en 2015 aumentaron a 55.866 y el año pasado fueron 83.356.
Investigación

En pleno siglo XXI, más de mil millones de personas defecan al aire libre por falta de saneamiento básico

La Organización Mundial de la Salud publicó un extenso y preocupante informe en el que advierte que no se van a cumplir las metas previstas para 2030 en este aspecto.
Actual

Estarían a punto de reiniciarse 161 proyectos de acueductos y alcantarillados por valor de 1.8 billones de pesos: Acodal

El gremio solicitó la ampliación de los plazos en los contratos de obra e interventoría por la disminución de los rendimientos hasta en un 40% por cuenta de la pandemia.

Uncategorised

Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos

Esta edición pretende informar a los responsables de políticas y de toma de decisiones, sobre la mejora en la gestión de recursos hídricos y el acceso al suministro de agua y a los servicios de saneamiento.

Editorial

La hora de reformar la ley ambiental

Por Eduardo Chávez López
Director de Catorce6
 
Todo parece indicar que se ha ido fraguando un consenso acerca de la importancia de ajustar pronto la institucionalidad ambiental del país definida en la Ley 99 de 1993. Varios gobiernos lo han intentado, pero hasta el momento todas las iniciativas se encontraron con una oposición férrea de varones (y varonesas) políticos, y de quienes fueron los principales promotores de la Ley a principios de los 90. Mientras tanto, la mayoría de las autoridades ambientales creadas por esa ley en todas las regiones, han venido perdiendo credibilidad fruto de las permanentes denuncias de corrupción y la escasa eficacia en la atención de los cada vez más visibles desafíos ambientales.

Desde que empezó a ser notoria la captura de las CAR por parte de los políticos regionales comenzó a hablarse de la importancia de hacerle ajustes a la Ley. Es que tener el control de una CAR resultó más rentable para el clientelismo que controlar una gobernación. Las CAR de muchas regiones cuentan con mayor presupuesto que las administraciones departamentales y sus decisiones a todas luces tienen mayor incidencia en muchos aspectos del desarrollo regional. Las CAR autorizan el uso de recursos naturales como el agua, el bosque, el suelo. Las CAR dicen si un proyecto regional o una obra es viable o no. También ellas dicen la última palabra sobre aspectos que están bajo responsabilidad de los municipios como el ordenamiento territorial o el saneamiento básico.

Cuando los políticos se dieron cuenta de semejante poder y que alcanzarlo era más fácil que conseguir una gobernación, las CAR se volvieron un trofeo y alcanzarlo una hazaña del más puro clientelismo. Es que después de la Constituyente de 1991, cuando se pensó en contar con un buen grupo de alcaldes y gobernadores en el consejo directivo de la CAR, la idea era darle fuerza a las dinámicas regionales en las decisiones ambientales. Igualmente cuando se decidió que las ONG, los indígenas y afros estuviesen representados en el mismo órgano de dirección, se le quiso dar vocería a las dinámicas ciudadanas. Y la presencia de un representante del Presidente de la República en ese consejo, era para asegurar el liderazgo del jefe del Estado en las dinámicas ambientales de las regiones.

Los políticos de muchas regiones la vieron fácil: intrigaron con el Presidente para que su representante fuese un amigo de bolsillo, armaron ONG de la nada, sedujeron a afros e indígenas y negociaron con alcaldes y gobernadores el voto para sus pupilos. Por eso los directores de esas CAR, una vez elegidos se dedican a devolver favores. Los alcaldes se dedicaron a presionar obras para sus municipios y los representantes de las comunidades a exigir contratos. Así las cosas, la gestión ambiental quedó reducida a lo que iban logrando plasmar los técnicos de las CAR.

No hay duda que el principal ajuste de la ley ambiental debe centrarse en la conformación de sus consejos directivos. En ese propósito deberían estar todos los que quieren hacer de las CAR las instituciones que pueden hacer frente a los retos ambientales de este momento, empezando por las CAR mismas. Ese es el desafío de hoy, pero de no ser asumido, el de mañana bien podría ser la construcción de otro tipo de institucionalidad que de verdad responda a las necesidades del presente y del futuro.

Bienestar

Villavicencio le gana la pelea al dengue y al zika

Mientras el año pasado hubo dos personas muertas a causa del dengue, este año no presenta decesos.