Las etiquetas FSC ya existen en nuestro país, aproximadamente un 35% de la madera que se produce en Colombia proviene de fuentes certificadas. Sin embargo, existen muchas empresas y consumidores que desconocen su importancia.
FSC (Forest Stewardship Council) es una organización global, sin ánimo de lucro, dedicada a promover la gestión forestal responsable en todo el mundo, se encarga de emitir tres tipos distintos de certificados: Certificación Forestal, Cadena de Custodia y Madera Controlada, cada uno relacionado con las diferentes etapas de producción y distribución del producto forestal.
Según el IDEAM, en 2015 se registraron 124.035 hectáreas deforestadas Foto: Crésti es.fsc.org
La certificación de la Gestión Forestal se otorga a gestores o propietarios de bosques que cumplan con los requisitos y principios del FSC. La certificación de la Cadena de Custodia está relacionada con los fabricantes y distribuidores de productos forestales. La certificación de Madera Controlada tiene como objetivo evitar que las empresas incluyan en sus materiales fuentes de madera que no se pueden aceptar, como por ejemplo:
- Madera obtenida de un aprovechamiento ilegal.
- Madera obtenida del aprovechamiento de bosques donde se debe priorizar la conservación
- Madera obtenida del aprovechamiento de bosques naturales convertidos en plantaciones.
- Madera obtenida del aprovechamiento de áreas donde se planten árboles genéticamente modificados.
La organización cuenta con tres etiquetas que ayudan a que el consumidor identifique la manera en la que se ha obtenido la madera del producto. La primera es la FSC 100% que significa que toda la madera del producto proviene de bosques certificados FSC. La segunda es FSC Reciclado significa que toda la madera o el papel del producto proceden de material recuperado.
Y por último, la etiqueta FSC Mixto significa que al menos el 70% de la madera del producto procede de material certificado o material reciclado; y el 30% es madera controlada aunque no está totalmente certificada.
En Colombia, hay 59.9 millones de hectáreas que están cubiertas de bosque natural, somos el tercer país de Suramérica con mayor vocación forestal. Sin embargo, el 47% la madera que se explota y comercializa en el país es ilegal, lo que genera altas cifras de deforestación, según estudios realizados por El Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible.
