La Federación Nacional de Cafeteros adoptó medidas para hacer frente a la pandemia y garantizar la actual cosecha que estaría por el orden de los 6.5 millones de sacos.
Foto: Presidencia de Colombia
Entre marzo y junio se espera recoger la cosecha de primer semestre, labor que requiere unos 135 mil recolectores y por lo que desde la Federación Nacional de Cafeteros implementaron recomendaciones para la interrupción de la cadena de contagio de COVID–19, la búsqueda activa de casos y el manejo apropiado de los mismos.
Por ser un producto agrícola de primera necesidad, la cadena logística de la producción de café está contemplada dentro de las excepciones de las medidas de aislamiento decretadas por el Gobierno nacional.
Con la validación del Ministerio de Salud, el protocolo incluye una serie de normas básicas que van desde el uso de tapabocas, preparación y uso de soluciones desinfectantes, hasta puntos más exigentes como fumigación diaria de las fincas y las zonas donde estén los recolectores, instalación de lavamanos o carpas para aislar a personas que lleguen a estar con sospecha del virus.
“En nuestros 93 años de historia, hemos enfrentado otros momentos también adversos y siempre hemos salido adelante gracias a nuestro valioso equipo de trabajo, lo que incluye al Servicio de Extensión como el vehículo de comunicación más estrecha con los productores”, dijo Roberto Vélez Vallejo, gerente general de la FNC.
Cuidados básicos en las fincas
En el caso de las fincas pequeñas (la inmensa mayoría de las que conforman el país cafetero), recomiendan contratar trabajadores reconocidos como son los vecinos, amigos y familiares, esto facilita tener información para poder controlar y contener la cadena de contagio del COVID-19.
Para fincas medianas o grandes que requieren recolectores locales o externos, incluye medidas sanitarias estrictas para su ingreso, acuartelamiento, alimentación y recreación dentro de la misma finca, sin necesidad, por ejemplo, de que vayan al pueblo y se arriesguen a un contagio.
La distancia entre cama y cama en el cuartel debe ser superior a 2 metros, por lo que seguramente se requiera adecuar otras áreas para cuarteles. También instalar el menor número de personas en un cuartel es buena media de prevención. Cuando en el cuartel se cuente con camatores, estos deben utilizarse solo para la acomodación de una persona por camarote
“Dentro de las fincas se deben evitar las aglomeraciones de personas, por lo tanto, el establecimiento de protocolos de distanciamiento de persona a persona mínimo de dos metros, ya sea en los momentos de la cosecha, horas de descanso, bebida y/o almuerzo es importante”, señalaron desde la FNC.
Actividades de limpieza y desinfección
Señala el protocolo de bioseguridad que es necesario que diariamente se realice limpieza y desinfección de cocinas, comedores, habitaciones, baños, duchas y áreas de lavandería. Todos los utensilios de cocina, vajillas, vasos y pocillos deben lavarse muy bien con agua y jabón después de cada comida.
Durante la cosecha se debe asegurar el suministro suficiente y permanente de agua y jabón en las duchas, cocinas, comedores y áreas para el lavado de ropa. Además, los vehículos utilizados en las labores de la finca deben ser previamente desinfectados con agua, jabón y alcohol.
Baños y lavamanos deben ser sometidos al lavado y desinfección frecuente, garantizando la dotación de jabón, toallas desechables y papel higiénico.
Para preparar esta solución desinfectante, sugieren mezclar 100 ml de hipoclorito de sodio comercial o de uso doméstico al 5% con 900 ml de agua para obtener 1 litro de solución.
Para facilitar estas labores de limpieza y desinfección con estas soluciones se puede utilizar una fumigadora de 5 o 10 litros para asperjar todas las superficies, paredes, pisos y baños con hipoclorito de sodio.
Quien use esta modalidad debe ponerse cachucha, gafas de seguridad, protector respiratorio, guantes de nitrilo o látex, pantalón largo, camisa manga larga y botas.
El personal que se encarga de limpieza y alimentación de los trabajadores debe utilizar permanentemente tapabocas y guantes. Una vez finalizadas las actividades de limpieza, se deben lavar con agua y jabón las botas, gafas, guantes, overoles o batas y desechar los tapabocas
Entrada y salida de la finca
En caso de requerirse que una persona realice actividades fuera de la finca la recomendación establecida en los lineamientos es que su edad sea de 30 a 40 años, además del uso tapabocas y la distancia de dos metros de las demás personas.
Al regresar de la finca se deben desinfectar los zapatos con solución de hipoclorito, lavar las manos con agua y jabón, retirar la ropa, posteriormente bañarse con abundante agua y jabón y cambiar de ropa antes de interactuar con las demás personas dentro del lugar.
Adultos mayores y personas con enfermedad de base
Los mayores de 60 años deben permanecer en la finca y evitar el contacto con personas que habitualmente no viven en ella y la recomendación es que no deben hacer parte de grupos de trabajadores que se encuentran en labores.
Tampoco pueden hacer parte de este grupo: las personas obesas, hipertensos, diabéticos, con enfermedades de los bronquios o pulmones, cáncer o que tengan las defensas bajas.
Una de las indicaciones para las personas que lleguen a las instalaciones en las rutas de transporte es que antes de ingresar a las áreas de trabajo deberán lavarse las manos y usar alcohol glicerinado al 60 – 70%.
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