El Valle de Aburrá dejará de emitir 17 toneladas de material particulado y CO2, gracias a la reestructuración del sistema de transporte de buses, que sacará 900 automotores de los 5.200 que operan actualmente.
La flota actual se renovará por un parque automotor más amigable con el medio ambiente, mediante 20 alianzas, tres sistemas reestructurados e inversiones públicas y privadas, que tardará 10 años en hacer el cambio total de buses.
Hernán Elejalde, director del Área Metropolitana, resaltó los combustibles limpios que usarán los nuevos vehículos, lo que redundará en el mejoramiento de la calidad del aire en la región.
El reordenamiento implica el funcionamiento de 9 cuencas que integran todo el transporte en Medellín y los municipios vecinos, donde se movilizan 1.600.000 usuarios al día. Al centro de la capital antioqueña dejarán de entrar 660 buses.
El alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, resaltó que es un paso importante en la movilidad no solo de la ciudad sino de todo el Valle de Aburrá, y aseguró que, a futuro, todo quedará ajustado para que se pague únicamente con tarjeta inteligente.