Una nueva planta de biodiésel en Facatativá (Cundinamarca) ahorrará el 40% de agua en su proceso de producción, equivalente a 2.000 toneladas mensuales.
Bio D, líder en el creciente negocio de los biocombustibles, se suma a las empresas que contribuyen al compromiso de reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) en un 20% al 2030, presentado por el Presidente Santos en la COP21 (vea también: Acuerdo en París: muchas metas y pocas reglas).
“Nos enfocamos en la producción de energías a partir de recursos renovables, como el biodiésel. Nuestros objetivos son mayor producción, mejores oportunidades laborales y más inversión en la transformación agrícola nacional e industrial. Debemos todos recordar que en nuestras manos está el cambio climático”, comentó Tito Salcedo, gerente general de la compañía.
Para copar la producción de 600 toneladas de biodiésel por día, la nueva planta requiere 200.000 toneladas de aceite por año, las cuales a su vez requieren 66.000 hectáreas sembradas en palma y la operación de 7 extractoras de aceite que procesan los racimos de fruta. Esto ha generado 8.300 empleos directos y 33.000 indirectos.
Adicionalmente, la tecnología del proceso permite el uso de diferentes materias primas, incluyendo el aceite vegetal usado de cocina, lo que se traduce en una alternativa de disposición del residuo para evitar problemas ambientales.