El objetivo del Gobierno es terminar con los tratos crueles que han encontrado en las granjas en las que se reproducen los animales.
Foto: 123 RF
La prohibición de las ventas de cachorros y gatitos de terceros en Inglaterra se introducirá para ayudar a impulsar los estándares de bienestar animal, anunció este jueves el Secretario de Medio Ambiente Michael Gove.
La prohibición de las ventas de cachorros y gatitos de terceros en Inglaterra se introducirá para ayudar a impulsar los estándares de bienestar animal, anunció este jueves el Secretario de Medio Ambiente Michael Gove.
Confirmando el apoyo del gobierno a la destacada campaña de Lucy's Law, el gobierno ha publicado una consulta sobre una prohibición absoluta que significará que cualquier persona que desee comprar o adoptar un perro o un gato debe tratar directamente con el criador o con uno de los muchos centros de rescate animal.
Desde diciembre, la Primera Ministra Theresa May prometió acabar con las crueles granjas de animales, donde se presentan “espantosas condiciones que se encuentran en la cría de cachorros”.
Estas incluyen la separación temprana de perros y gatos de sus madres, su introducción a entornos nuevos y desconocidos y la mayor probabilidad de viajes múltiples que los animales deben realizar. Todo lo cual puede contribuir a un comienzo caótico en la vida y provocar graves problemas de salud y falta de socialización.
“La prohibición de las ventas de terceros garantizará que las mascotas más queridas de la nación comiencen bien la vida. Rindo homenaje a la campaña de la Ley de Lucy, encabezada por PupAid, Care And Respect Includes All Dogs (CARIAD) y Canine Action UK, quienes han luchado incansablemente por este paso”, dijo el Secretario de Medio Ambiente.
Además, en Reino Unido, el 1 de octubre de este año, entran en vigor nuevas leyes que prohíben a los vendedores autorizados vender animales menores de ocho semanas y otras endurecen las licencias obligatorias de cualquier persona que se dedica al negocio de la cría y venta de perros.