Contrario a la creencia popular de que el Sol es el único responsable del cambio climático en la Tierra, la NASA presenta datos que desafían esta noción.
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Aunque el Sol juega un papel crucial al impactar el clima y mantener las condiciones necesarias para la vida, las recientes observaciones de la agencia espacial muestran que el aumento de la temperatura global no puede ser atribuido directamente a las variaciones solares.
Según la NASA, la cantidad de energía solar que recibe la Tierra ha seguido el ciclo natural de 11 años del Sol con pequeñas variaciones, pero sin un aumento considerable desde 1950. A pesar de esto, la temperatura global ha experimentado un aumento durante el mismo periodo. Por lo tanto, es improbable que el Sol sea la causa del aumento de la temperatura global.
Algunos cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol han sido responsables de las edades de hielo, pero el calentamiento actual de la Tierra es demasiado rápido para vincularlo con dichos cambios orbitales.
Además, como evidencia adicional, desde 1978, los científicos han estado monitoreando la cantidad de energía solar que llega a la capa superior de la atmósfera. A lo largo del tiempo, no se ha observado una tendencia al alza en la energía solar que llega a nuestro planeta.
La NASA también señala que si el Sol fuera la causa del calentamiento global, todas las capas de la atmósfera se verían afectadas. Sin embargo, lo que se observa en realidad es un calentamiento de la superficie debido a la acumulación de gases que retienen el calor, mientras que la estratosfera experimenta un enfriamiento. Esto respalda la conclusión de que el calentamiento actual está relacionado con factores distintos a la variabilidad solar natural.