El ministerio de ambiente iniciará la fase de esterilización quirúrgica de hipopótamos con el respaldo del Instituto Humboldt y la Universidad Nacional.
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Según un estudio del Instituto Humboldt y la Universidad Nacional, los hipopótamos fueron introducidos en Colombia en la década de los años 80, y desde entonces, su población ha crecido considerablemente, llegando a albergar aproximadamente 169 individuos en el país. Esta invasión plantea diversos riesgos para los ecosistemas locales y las especies autóctonas. De no tomarse medidas para su control, se proyecta que la población aumentaría a 1.000 individuos para el año 2035.
Dentro del plan de manejo y control del Gobierno Nacional, se aplicarán tres estrategias para el control de la población: la intervención quirúrgica, la translocación y la eutanasia ética. Estas estrategias se implementarán de manera simultánea con el objetivo de reducir los impactos ambientales en el menor tiempo posible.
La fase de esterilización quirúrgica tiene como objetivo esterilizar a 20 individuos este año, con una inversión de 808 millones de pesos. El Ministerio explica que se trata de un proceso complejo con riesgos tanto para los animales como para el personal médico. La complejidad varía según el sexo del individuo y conlleva un costo significativo. Realizar una sola esterilización tiene un costo de 40 millones de pesos para el país. Este proceso se realizará desde el valle del río Magdalena ubicado en el departamento de Huila y Tolima hasta la Depresión Momposina ubicada en el Caribe.
En cuanto a la reubicación, se propone el traslado de hipopótamos a zoológicos y santuarios en India, México y Filipinas. Se está evaluando el proceso de envío de 60 hipopótamos a la India.
El Ministerio de Ambiente está trabajando en la construcción y revisión técnica de un protocolo de eutanasia ética, en el que se considerará su eficiencia y rigurosidad. Esto es especialmente relevante dado que esta especie invasora presenta características de agresividad.
Este proceso es costoso y desafiante, pero es esencial para garantizar la preservación de la biodiversidad de Colombia y la protección de sus ecosistemas únicos.