Conozca las pandemias más mortales de la historia, desde la peste de Antonine hasta el actual evento COVID-19.
Fuente: VisualHunt
Una línea de tiempo de pandemias históricas
Las enfermedades han afectado a la humanidad desde los primeros días, sin embargo, según VisualCapitalist no fue sino hasta el marcado cambio hacia las comunidades agrarias que la escala y la propagación de estas enfermedades aumentaron dramáticamente.
El artículo menciona que el comercio generalizado creó nuevas oportunidades para las interacciones entre humanos y animales que aceleraron tales epidemias. La malaria, la tuberculosis, la lepra, la gripe, la viruela y otras aparecieron por primera vez durante estos primeros años.
Un mayor contacto con diferentes poblaciones de personas, animales y ecosistemas, aumentaron la probabilidad de ocurrencia de pandemias.
Estas son algunas de las principales pandemias que han ocurrido con el tiempo:
Según lo señalan los autores del atículo, a pesar de la persistencia de enfermedades y pandemias a lo largo de la historia, existe una tendencia constante a lo largo del tiempo: una reducción gradual de la tasa de mortalidad. Las mejoras en la atención médica y la comprensión de los factores que incuban las pandemias han sido herramientas poderosas para mitigar su impacto.
Según el contexto histórico que brinda el artículo, la práctica de la cuarentena comenzó durante el siglo XIV, en un esfuerzo por proteger a las ciudades costeras de las epidemias de peste. Las autoridades portuarias cautelosas exigieron que los barcos que llegaban a Venecia desde puertos infectados permanecieran anclados durante 40 días antes de desembarcar, el origen de la palabra cuarentena del "quaranta giorni" italiano, o 40 días.
Un importante análisis geográfico y estadístico surgió a mediados del siglo XIX en Londres, durante un brote de cólera. En 1854, el Dr. John Snow llegó a la conclusión de que el cólera se estaba propagando a través del agua contaminada y decidió mostrar los datos de mortalidad del vecindario directamente en un mapa. Este método reveló un grupo de casos alrededor de una bomba específica de la cual las personas extraían su agua.
Según lo señala las fuentes consultudas en el artículo, las interacciones creadas a través del comercio y la vida urbana juegan un papel fundamental, pero también la naturaleza virulenta de enfermedades particulares lo que en sí indica la trayectoria de una pandemia.
Seguimiento de infecciosidad
Los científicos usan una medida básica para rastrear la infecciosidad de una enfermedad llamada número de reproducción, también conocida como R0 o "R nada". Este número nos dice cuántas personas susceptibles, en promedio, cserá infectada.
El sarampión encabeza la lista, siendo el más contagioso con un rango R0 de 12-18. Esto significa que una sola persona puede infectar, en promedio, de 12 a 18 personas en una población no vacunada.
Si bien el sarampión puede ser el más virulento, los esfuerzos de vacunación y la inmunidad colectiva pueden frenar su propagación. Mientras más personas sean inmunes a una enfermedad, es menos probable que prolifere, lo que hace que las vacunas sean críticas para prevenir el resurgimiento de enfermedades conocidas y tratables, indica el análisis de artículo.
A su vez indican que es difícil calcular y pronosticar el verdadero impacto de COVID-19, ya que el brote aún está en curso y los investigadores aún están aprendiendo sobre esta nueva forma de coronavirus.
Urbanización y propagación de enfermedades
El artículo concluye mencionando que la urbanización en el mundo en desarrollo está atrayendo a más y más residentes rurales a lugares más densos, mientras que el aumento de la población está ejerciendo una mayor presión sobre el medio ambiente. Al mismo tiempo, el tráfico aéreo de pasajeros casi se duplicó en la última década. Estas tendencias macro están teniendo un profundo impacto en la propagación de enfermedades infecciosas.
Asimismo, afirma que a medida que las organizaciones y los gobiernos de todo el mundo solicitan a los ciudadanos que practiquen el distanciamiento social para ayudar a reducir la tasa de infección, el mundo digital permite a las personas mantener conexiones y comercio como nunca antes.