Martes, 23 Abril 2024

Un nuevo informe de WWF revela por primera vez los países cuya economía estaría más afectada en los próximos 30 años si el mundo no actúa urgentemente para abordar la crisis ambiental mundial.

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Foto: André Bärtschi / WWF

El estudio, Global Futures, que ha calculado el coste económico de la degradación de la naturaleza en 140 países, que van desde india hasta Brasil, muestra que si el mundo continua con su modelo de desarrollo actual, Estados Unidos sufriría la mayor pérdida del PIB anual en términos absolutos, con 83.000 millones de dólares eliminados de su economía cada año de aquí a 2050 una cantidad equivalente al PIB anual de todo Guatemala.

Japón y Reino Unido podrían perder una cantidad asombrosa de dinero entre 80.000 y 21.000 millones de dólares cada año respectivamente. En los tres casos, esta pérdida se debe fundamentalmente a los daños previsibles en las infraestructuras costeras y tierras agrícolas por el aumento de inundaciones y la erosión como resultado de la pérdida de defensas costeras naturales como los arrecifes de coral y los manglares.

Los países en vías de desarrollo también se verán negativamente afectados, siendo el Este y el Oeste de África, Asia central y partes de América del Sur los más afectados, ya que la pérdida de la naturaleza afecta los niveles de producción, el comercio y los precios de los alimentos. De acuerdo con el estudio, los tres países que perderán un mayor porcentaje de su PIB son Madagascar, Togo y Vietnam, que para 2050 se espera que vean pérdidas de un 4,2%, 3,4% y 2,8% cada año respectivamente.

Marco Lambertini, Director General de WWF Internacional declaró: “Este estudio innovador muestra el hecho de que conservar la naturaleza no es solo una cuestión moral, sino también social y económica. La destrucción de la naturaleza no solo tendrá un gran impacto en la vida humana y los medios de vida, sino que será catastrófico para nuestra prosperidad futura. Las personas alrededor del mundo ya están notando el impacto del aumento del precio de los alimentos, sequías, escasez de productos, inundaciones extremas y erosión costera. Aun así, para la siguiente generación las cosas serán mucho peor, con billones de dólares perdidos para la economía mundial en 2050”

Lambertini añadió: “Lo que es incluso más alarmante es que estas son estimaciones conservadoras ya que, en la actualidad, solo se pueden modelar algunos de los muchos beneficios que la naturaleza nos brinda. Tampoco es posible tener en cuenta los efectos multiplicadores de riesgo de los puntos de inflexión ambiental, más allá de los cuales los ecosistemas cambian rápida e irreversiblemente, lo que lleva a una pérdida repentina y catastrófica de los servicios de la naturaleza. Si se tuvieran en cuenta todos estos problemas, las cifras serían aún más marcadas".

El estudio ha utilizado nuevos modelos económicos y ambientales para evaluar cuál sería el impacto macroeconómico si el mundo siguiera con su modelo de gestión actual, incluyendo un cambio generalizado y no focalizado en el uso de la tierra, un aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero y una mayor pérdida de hábitats naturales. Este modelo le costaría al mundo al menos 479.000 millones de dólares al año, sumando hasta 9,87 billones para 2050, aproximadamente equivalente a las economías combinadas del Reino Unido, Francia, India y Brasil.

Por contra, en un escenario en el que el uso de la tierra se maneja cuidadosamente para evitar una mayor pérdida de áreas importantes para la biodiversidad y los servicios ambientasles, que el estudio denomina el escenario de 'Conservación Global', los resultados económicos serían notablemente mejores, con un aumento del PIB global en 490.000 millones por año por encima del cálculo con el actual modelo.

Este método pionero de análisis ha sido creado por una asociación entre WWF, Global Trade Analysis Project de la Universidad de Purdue y Natural Capital Project, cofundado por la Universidad de Minnesota.

Steve Polasky, cofundador de Natural Capital Project, declaró: “La economía mundial, los negocios y nuestro propio bienestar dependen de la naturaleza. Pero el cambio climático, los climas extremos e inundaciones o la escasez de agua, la erosión del suelo y la extinción de especies, son evidencias que muestran que nuestro planeta está cambiando más rápido que en cualquier otro momento en la historia. La manera en la que nos alimentamos y nos financiamos está destruyendo los sistemas de soporte vital de los que dependemos, con lo que nos enfrentamos a una devastación económica global”.

El estudio Global Futures predice unas pérdidas globales anuales para 2050 de (en dólares USA):

*327.000 millones para la protección de daños por las inundaciones, tormentas y erosión debido a los cambios en la vegetación costera y el aumento del nivel del mar.
*128.000 millones por la pérdida del almacenamiento de carbón que protege contra el cambio climático.
*15.000 millones por los hábitats perdidos para las abejas y otros insectos polinizadores.
*19.000 millones por la reducción de la disponibilidad del agua para la agricultura.
*7.500 millones por la pérdida de bosques y los servicios ambientales forestales.


Thomas Hertel, Director Ejecutivo de Global Trade y Analysis Project, declaró que “La ciencia y la economía son claras. No podemos seguir ignorando este gran problema económico de la restauración de la naturaleza. La inacción saldrá mucho más cara que las acciones dedicadas a proteger las contribuciones de la naturaleza a la economía. Para asegurar un futuro global positivo, necesitamos conseguir más patrones de sostenibilidad de la producción y el uso de las tierras, y reformar los sistemas económicos y financieros para incentivar la toma de decisiones basadas en la naturaleza”.

El estudio también prevé alzas en los precios globales en los próximos 30 años en productos básicos, ya que el sector de agricultura mundial será el más damnificado por el desgaste de la naturaleza, tales como la escasez de agua y la disminución de las abejas y otros insectos polinizadores. En última instancia, esto podría llevar a un aumento del precio de los alimentos para los consumidores de todo el mundo, con implicaciones en la seguridad alimenticia en muchas regiones.

Aumento de precios previsto para 2050 de algunos productos básicos:
Madera +8%
Algodón +6%
Aceite de oliva +4%
Fruta y verduras +3%

El estudio Global Futures completo AQUÍ

 

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Editorial

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