El nuevo informe señala que con una economía cero emisiones, se generarían empleos en producción de vegetales, energía renovable, silvicultura, construcción, entre otros.
/ Foto: Informe Jobs in a net-zero emissions future in Latin America and the Caribbean
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalaron que, la transición acabaría con 7,5 millones de empleos en los sectores de electricidad, extracción de combustibles fósiles y producción de alimentos de origen animal. Sin embargo, estos se verían enormemente superados por los 22,5 millones nuevos empleos en la producción de alimentos de origen vegetal, electricidad renovable, silvicultura, construcción y manufactura.
"La descarbonización es una meta necesaria y factible para América Latina y el Caribe que podría traer muchos beneficios", dijo Graham Watkins, jefe de cambio climático del BID. "Todos los países de la región podrían crear más empleos que los que se destruirían como parte de la transición hacia una economía descarbonizada".
Según el informe, la descarbonización significa reducir en gran medida las emisiones provocadas por el hombre, buscando cumplir el objetivo del Acuerdo de París de 2015, que requiere llegar a las emisiones netas cero para el 2050 así como también, mantener el cambio climático por debajo de los 2°C y tan cerca de 1,5°C.
El documento menciona que América Latina y el Caribe puede lograr una prosperidad sin carbono mediante acciones en varios sectores como reducir la generación de residuos, detener la deforestación, plantar árboles, cambios en la dieta, mejorar el transporte público y eliminar gradualmente los combustibles fósiles, sustituyéndolos por energías renovables.
Los autores indican que los cambios hacia dietas basadas en plantas en la región crearían 19 millones de empleos a tiempo completo en la agricultura basada en vegetales para el año 2030, eliminando 4,3 millones en la ganadería, las aves de corral, los lácteos y la pesca. Esto también podría ayudar a hacer frente a la deforestación, impulsada por la producción de carne vacuna, especialmente en Sudamérica.
El informe a su vez indica que, en el sector energético, se reducirían 60.000 empleos en las plantas de combustibles fósiles, pero se generarían 100.000 más relacionados con energía renovable. La construcción, la manufactura y la silvicultura también harían parte de la creación neta de empleo.
También revela que más de la mitad de los 22,5 millones de puestos de trabajo que se crearían son de cualificación media (13,5 millones), con un tercio de cualificación baja (8 millones), y un millón en cualificación alta. Estos beneficiarían a una parte sustancial de los 66 millones de personas que actualmente se consideran "infrautilizadas" en el mercado laboral.
Además, la población que perdería sus empleos en los sectores con uso intensivo de carbono podría hacer uso de sus habilidades en las nuevas industrias tras una breve formación en el trabajo. Las empresas también tendrán que adquirir nuevas habilidades para hacer frente a los impactos del cambio climático, concluye el informe.