Los drones de conservación a traves de deteccion de huella termica de multiples especies, podrían ayudar a luchar contra la deforestación, la caza ilegal y la destrucción del hábitat de una de las especies más amenazadas de extinción.
Como se publicó en el informe del año pasado de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la población de elefantes de África está en su nivel más bajo desde hace 25 años. Actualmente existen alrededor de 415.000 elefantes, es decir, 111.000 menos que en la última década.
Foto: Cortesía Julian Blanc - Elephants in Amboseli National Park, African Elephant Status Report 2016, UICN
El fuerte aumento de la caza furtiva, para vender sus colmillos de marfil y la creciente desaparición de hábitats naturales son las principales causas del declive de los paquidermos precisó la UICN. Sin embargo, astrónomos y ecólogos se han unido para salvar a los elefantes a partir de la medición y el monitoreo de su «huella térmica».
Un estudio publicado en la revista International Journal of Remote Sensing, liderado por investigadores de la Universidad John Moores de Liverpool (LJMU), ha utilizado software libre de detección de fuentes astronómicas para aplicarlo a la detección de seres humanos y diferentes especies de animales en imágenes infrarrojas obtenidas con drones.
Cada especie tiene un perfil de calor diferente que actúa como una «huella térmica», el objetivo de la investigación es construir una completa base de huellas y un programa automatizado de identificación que sirva como base para todos los estudios de conservación y preservación de ésta, y porque no, de otras especies en peligro de extinción.
La huella térmica es el perfil de calor de cada especie / Foto tomada de: www.abc.es
«Como un ojo en el cielo, los drones de conservación están ayudando a la lucha contra la deforestación ilegal, la caza furtiva y la fragmentación del hábitat, que afectan a muchas especies en peligro de extinción, incluyendo rinocerontes, orangutanes y elefantes. Ahora, asociados a técnicas de análisis astrofísicas, podemos intentar hacerlo de forma más eficiente», ha señalado el investigador Serge Wich.
Una parte importante de la investigación en conservación consiste en vigilar la distribución y densidad de las poblaciones de animales, tarea que generalmente se realiza mediante sondeos sobre el terreno, desde el aire con aviones tripulados o desde el espacio usando satélites. En los últimos años, el uso de drones equipados con cámaras ha permitido abaratar los costes de estos estudios, así como llegar a zonas de difícil acceso.
Foto: Cortesía African Parks, Michael Viljoen, African Elephant Status Report 2016, UICN
“A la larga, esperamos que esta investigación ayude a abordar estos problemas al permitir que cualquier persona en cualquier lugar del mundo pueda cargar sus datos aéreos y, en tiempo real, tener las geolocalizaciones de lo que haya fotografiado, ya sean supervivientes de desastres naturales, cazadores furtivos acercándose a especies en peligro de extinción o, incluso, el tamaño, peso y salud del ganado” añadió Wich.
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