Autoridades precisaron que es el primer reporte que se tiene de este delito en el departamento. Varias personas fueron capturadas.
Al momento de ser encontrados, dos de los tiburones ya habían muerto y los demás estaban en muy mal estado./Cuerpo de Guardacostas del Atlántico
En alerta se encuentran las autoridades ambientales y de Policía del departamento del Atlántico, luego de que se comprobara que varios pescadores estarían cazando tiburones para cortarle las aletas y posteriormente devolverlos heridos al mar.
La situación fue denunciada por varios turistas que se percataron del delito y guiaron a las autoridades hasta el lugar donde se produjo la pesca en donde agentes del cuerpo de Guardacostas de esa zona hallaron un total de cinco tiburones a los cuales se les habían cercenado las aletas.
“La inspección permitió establecer que en la embarcación se encontraban cinco tiburones sin aletas en sus espaldas. Dos de ellos desafortunadamente ya estaban muertos y el resto se encontraban en estado de agonía. Las personas dentro del barco fueron capturadas y dejadas a disposición de los entes correspondientes para su judicialización. Es el primer caso registrado que se tiene de este tipo de delitos en la región Caribe. La información que manejamos es que no sólo en este sector se vienen realizando estas actividades sino que también en otras áreas de la zona costera. Ya se envió información a todas las autoridades involucradas para que intensifiquen los monitoreos y evitar que esto siga pasando”, manifestó Eugenio Sepúlveda, Capitán de Guardacostas.
Los pescadores fueron capturados en el sector de Puerto Velero. Autoridades creen que este delito se está cometiendo en otras zonas./Cuerpo de Guardacostas del Atlántico
Los pescadores fueron capturados en el sector de Puerto Velero. Autoridades creen que este delito se está cometiendo en otras zonas./Cuerpo de Guardacostas del Atlántico
Jesús Verbel, biólogo de la Universidad de Cartagena, explicó que cortar las aletas a un tiburón es prácticamente sentenciarlo a muerte debido a que los escualos pierden su capacidad de nadar y flotar.
“Cuando el tiburón pierde su aleta prácticamente se lo está matando. Primero el animal va a sangrar por esa herida lo que provocará un desangramiento que puede desembocar en una falla multiorgánica. Esto sin hablar de que se convierte en carnada para otros tiburones y su especie. De igual forma, el tiburón ya no puede nadar y se hundirá. Se sabe que para respirar el tiburón debe mantenerse en movimiento y filtrar agua a través de sus branquias. Obviamente si el animal ya no puede desplazarse va a morir. Es una práctica cruel y bárbara por donde se le mire”, explicó Verbel.
Este delito ha sido motivo de controversias internacionales por el alto valor comercial de la aleta de tiburón en paises asiáticos por atribuirsele propiedades afrodisiácas. Se utiliza principalmente para hacer la conocida sopa de aleta de tiburon.