En carta a la gerente, preguntó por qué la contratación para la adquisición de buses, por más de 2.9 billones de pesos, no prevé la adquisición de tecnologías limpias.
Foto: Procuraduría
La Procuraduría General le envió una carta, en las últimas horas, a la gerente de Transmilenio, María Consuelo Araujo, en la que cuestionó “por qué la contratación para la adquisición de la nueva flota, por un valor superior a los 2.9 billones de pesos, no tiene en cuenta la adquisición de tecnología de vanguardia”.
La Procuraduría General le envió una carta, en las últimas horas, a la gerente de Transmilenio, María Consuelo Araujo, en la que cuestionó “por qué la contratación para la adquisición de la nueva flota, por un valor superior a los 2.9 billones de pesos, no tiene en cuenta la adquisición de tecnología de vanguardia”.
El ente de control solicitó dar respuesta de por qué los buses que no pueden ser vendidos en la Unión Europea, por no cumplir con la norma Euro VI, que establece el límite permitido para las emisiones de impacto ambiental, podrán circular por Bogotá.
También requirió a Transmilenio los estudios realizados para determinar el impacto ambiental y los comparativos de costos de la flota de operación, de acuerdo con el tipo de buses, tecnología y combustibles fósiles que utilizarán.
Finalmente le pide a Araujo que elabore un informe de los resultados de la operación de los buses biarticulado y articulados que funcionan a gas natural que se encuentran en pruebas desde julio del 2017, así como la incorporación de esos informes a los estudios realizados dentro de las licitaciones.
La respuesta tiene que darse a “la mayor brevedad teniendo en cuenta que ya desatendió un primer plazo, que venció el 6 de julio, y que el cronograma del cierre para la recepción de ofertas está previsto para el próximo 2 de agosto”.
Consultado sobre el asunto, Transmilenio respondió: “hemos recibido la comunicación por parte de la Procuraduria la cual estamos estudiando con el máximo cuidado y a la cual daremos respuesta en el término correspondiente”.
Y es que Transmilenio no cerró la puerta a nuevos cambios en el proceso. “La estructuración y la licitación para la renovación de la flota de fase I y fase II se han hecho con el mayor cuidado y con atención a las preocupaciones de los ciudadanos y los entes de control, resultando en las modificaciones pertinentes. A la fecha no se ha vencido el plazo para adendas y de ser procedente se harán los ajustes que correspondan.”