La planta trepadora llamada Ojo de Poeta es considerada una de las 100 especies invasoras de país, Cornarne hace nuevo llamado para controlar su crecimiento y propagación.
Foto: Cornare
Presente en la jurisdicción de Cornare, especialmente en predios rurales de 14 municipios incluidos los 9 de la Subregión Valles de San Nicolás, Guatapé, El Peñol, Sonsón, Abejorral y Granada, la autoridad ambiental invita a controlar esta especie que amenaza la flora y fauna de gran parte del Oriente Antioqueño.
Ya en el 2010 el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos, Alexander von Humboldt emitió una alerta sobre la especie invasora Ojo de Poeta, (Thunbergia Atala).
Esta planta trepadora, introducida en Colombia desde África con fines ornamentales, es considerada una de las 100 especies invasoras en el país. Tal es su condición de peligro, que es considerada una amenaza para nuestra flora y fauna y en general para los ecosistemas que invade.
Javier Parra Bedoya, Subdirector de Recursos Naturales de Cornare, afirma que, aunque esta especie es bonita, llamativa y de un color vistoso, es demasiado dañina para los bosques, porque coloniza la vegetación y genera efectos considerables.
“Por un lado, ahoga los follajes y no permite que la radiación solar llegue hasta ellos, deteriorando su capacidad de fotosíntesis, impidiendo así la captura del CO2 y por tanto alterando la posibilidad de crecimiento normal de las plantas y de los árboles que arropa. En muchas ocasiones, logra por su peso, doblar sus copas, deteriorando su estructura y fracturándolos, distorsionando los procesos de floración, producción de frutos y semillas, inhibiendo la alimentación de aves e insectos y las actividades de polinización asociada”, puntualizó.
Foto: Cornare
El clima óptimo para la proliferación del Ojo de Poeta es a partir de los 1.500 metros sobre el nivel del mar, por eso es común observarla en la región en cercos, bosques naturales, en los costados de las carreteras y hasta en cultivos, como cuenta Darío Yepes, un campesino de la vereda La Mejía, en Guarne, que ha visto afectado su sembrado de fríjol.
“Esta especie atrae la mosca blanca que es muy dañina para el cultivo, pero con la asesoría de Cornare y la UMATA del municipio he realizado control constante, arrancándola de raíz”, explicó.
Según estudios de la Universidad EAFIT, la propagación de esta planta es muy particular, pues sus semillas se esparcen hasta 12 o 14 metros, por eso su radio de irrigación es muy amplio, de ahí que es importante que para controlarla se arranque de raíz, utilizando guantes o machete, y se entierre en una fosa, para evitar su expansión.
Instituto Humboldt alerta sobre nuevo árbol invasor: Tulipán Africano
Alerta por árbol invasor chino que está llegando a Colombia con fines comerciales