Miércoles, 24 Abril 2024
Defensores de esta tendencia consideran que se trata de un “súper alimento” debido a su alto potencial en proteínas, vitaminas y minerales, sumado a que su producción consume menos agua y energía.
hamburguesagrillo                                                                             Imágen de referencia. / Foto: Pixabay.com

Con el objetivo de contribuir con el medio ambiente, Europa viene explorando el potencial alimenticio que pueden tener los insectos, proporcionándole de esta manera proteína "verde" a los consumidores sensibilizados con el medio ambiente.

La Unión Europea dio vía libre en 2018 a la exploración de los insectos como proteína para el alimento humano y desde entonces Bélgica es pionera en esta materia, desde el año 2013 se abrió paso en el mercado al autorizar una lista de 10 insectos para consumo humano y descubrir su potencial alimentario.

Maïté Mercier, una de las impulsoras de esta iniciativa y propietaria de la primera granja urbana en Bruselas de cría y producción de grillos, se encarga de su transformación para convertirlos en aperitivos, galletas saladas o salsas para untar, teniendo en cuenta aspectos nutricionales de la alimentación y así proponer una alternativa a la carne que aporte diversificación a sus platos.

Según conoció Catorce6, lo que busca la bioingeniera es diseñar una hamburguesa con proteína de grillo que remplace el consumo de carne de res, una de las que más contamina el medio ambiente, sin desconocer la controversia que generará por ser un alimento poco convencional y por lo cual en la actualidad la comercialización del insecto es tostado o aderezado con especias, no entero.

“Durante mis estudios vi que teníamos un problema sanitario y ecológico en cuanto al consumo de carne. Pensé en las algas y los insectos como alternativa, pero creo que estos últimos encajan mejor en nuestra cultura culinaria y son más interesantes a nivel gustativo”, explicó.

Little Food, como se llama la granja urbana, es financiada con fondos propios, en el que facturan alrededor de 200.000 euros anuales.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) los insectos forman parte de la dieta de al menos 2.000 millones de personas y son 112 países los que los consumen, algunos como Tailandia han desarrollado toda una industria a su alrededor. Grillos, saltamontes, gusanos de seda y cucarachas de agua, hacen parte de la lista de las más de 1.600 especies de insectos comestibles.

Un estudio de ONU Medio Ambiente, publicado el pasado noviembre, calcula que una hamburguesa de ternera promedio de un cuarto de libra requiere alrededor de 1.695 litros de agua.
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