Así lo denunció la ONU que además llamó a crear una alianza mundial con los fabricantes en el marco de la cuarta Asamblea para el Medio Ambiente
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“La moda gira en torno a las últimas tendencias. Pero su industria es la más atrasada en el movimiento global que más nos debería importar: el cambio radical de nuestros patrones de consumo para garantizar la supervivencia del planeta” dijo la ONU en comunicado publicado este lunes.
“La moda gira en torno a las últimas tendencias. Pero su industria es la más atrasada en el movimiento global que más nos debería importar: el cambio radical de nuestros patrones de consumo para garantizar la supervivencia del planeta” dijo la ONU en comunicado publicado este lunes.
Según sus datos, esa industria produce 20% de las aguas residuales mundiales y 10% de las emisiones globales de carbono, más que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo. El teñido de textiles es el segundo contaminador de agua más grande del mundo. Se necesitan aproximadamente 2.000 galones de agua para hacer un pantalón ‘tipo vaquero’.
Cada segundo, llegan a los vertederos o son quemados tantos textiles como los que caben en un camión de basura. Si nada cambia, para 2050 la industria de la moda consumirá una cuarta parte del presupuesto mundial de carbono. Lavar la ropa también libera al océano medio millón de toneladas de microfibras cada año.
“Todavía hay un problema fundamental con el modelo de negocio de moda rápida en el que los ingresos se basan en la venta de más productos y, por lo tanto, los minoristas deben ofrecer constantemente nuevas colecciones. Sería poco realista esperar que los consumidores dejen de comprar a gran escala, por lo que en el futuro, esperaría ver un mayor desarrollo y una adopción más amplia de métodos de producción más sostenibles, como teñir sin agua, usar los desechos como materia prima y desarrollar soluciones innovadoras al problema de los residuos textiles”, comenta Patsy Perry, profesora principal de mercadeo de moda en la Universidad de Manchester, citada por la ONU.
Las soluciones pioneras para abordar los desafíos ambientales estarán en el centro de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el próximo mes de marzo. Allí, el organismo internacional lanzará formalmente la Alianza de las Naciones Unidas sobre la Moda Sostenible para alentar al sector privado, a los gobiernos y a las organizaciones no gubernamentales a reducir los impactos negativos de la industria de la moda en lo social, económico y ambiental, y a convertir a este gremio en un impulsor de la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, ya se reconocen algunos esfuerzos de emprendimiento, alrededor del mundo, que están enfocados en luchar contra el cambio climático. Por ejemplo una empresa europea crea zapatos de algas y plástico reciclado; En Ámsterdam, un emprendimiento recolecta chicle y lo convierte en un nuevo tipo de goma que luego se usa para fabricar zapatos.
Otras compañías, por ejemplo, utilizan algodón orgánico para sus pantalones y ofrecen reparaciones gratuitas de por vida; en Camboya existe una que utiliza el tejido sobrante de las grandes fábricas de ropa para crear nuevas colecciones de moda; En los Países Bajos ya se convierten las mantas y las cortinas en abrigos y chaquetas.