Viernes, 2 Mayo 2025
La contaminación procedente del traficó puede ser responsable del 12% de los casos anuales de asma infantil.
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Foto: ABC Color
 
Un estudio realizado en el Reino Unido por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGLOBAL), utilizando un nuevo modelo de desarrollo para analizar el impacto que la exposición a los óxidos de nitrógeno (NOx), gases que se encuentran entre los contaminantes del aire, tienen un alto porcentaje en el desarrollo del asma infantil.

El grupo de investigación utilizó un modelo que reúne los datos de otros cuatro modelos distintos relativos a tráfico, emisiones, dispersión atmosférica y estudio de impacto en salud en Bradford, ciudad ubicada al oeste de Inglaterra. Esto permitió a los investigadores trazar toda la cadena de impacto, desde las fuentes de contaminación del aire hasta las vías por las que esta impacta la salud de los niños.

Los resultados indican que hasta el 38% de todos los casos anuales de asma infantil en Bradford pueden ser atribuibles a la contaminación del aire. Más específicamente, las estimaciones del modelo mostraron que el 12% de los casos anuales de asma infantil podrían atribuirse a la contaminación del aire relacionada con el tráfico.

Hannen Khreis, investigadora de ISGlobal y del Institute for Transport Studies de Leeds, afirma: “Investigaciones previas de nuestro equipo demostraron que los niños y niñas expuestos a altos niveles de contaminación del aire procedente del tráfico tienen un mayor riesgo de desarrollar asma. Cuantificar el número de casos de asma infantil que son directamente atribuibles a la contaminación del aire relacionada con el tráfico no se había hecho en el pasado y, como demostramos ahora, una parte importante de los casos es en buena medida prevenible”.

Khreis agrega: “Nuestro trabajo demuestra que, si bien las medidas populares como detener los vehículos al ralentí fuera de las escuelas o proporcionar rutas peatonales alejadas de las carreteras son importantes, las soluciones propuestas para mitigar la contaminación del tráfico no deberían restringirse a áreas localizadas. Las nuevas políticas destinadas a reducir los efectos de la contaminación atmosférica procedente del tráfico deben enfocarse a cada eslabón de la cadena: desde el volumen y el tipo de tráfico, hasta los gases de escape y las emisiones que no provienen de los tubos de escape, pasando por la dispersión y la exposición”.

Este estudio es parte de un trabajo en curso en Bradford que evalúa las emisiones y el perfil de calidad del aire en la región y los efectos e impactos asociados a la salud infantil. El equipo de investigación prepara actualmente una evaluación del impacto en la salud de contaminación atmosférica y asma a nivel europeo.

Bradford es la sexta ciudad más grande del Reino Unido, con una población multiétnica de más de 530.000 personas. Al mismo tiempo, también se encuentra entre el 10% de las localidades británicas más desfavorecidas. Los modelos utilizados en el estudio permitieron que el equipo registrara cuánta contaminación atmosférica hay en la ciudad y en qué medida es atribuible al tráfico.
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