Jueves, 25 Abril 2024

Un habitante en Bogotá podría gastar 561 galones de combustible al año, casi 28 días al año transportándose y para mitigar su impacto se deberían sembrar 1.108 árboles.

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El Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) lo define de la manera más sencilla posible: el teletrabajo es una forma de organización laboral, que consiste en el desempeño de actividades a través del uso de las TIC para el contacto entre el trabajador y la empresa, sin requerirse la presencia física del trabajador en el sitio de labores.

Son múltiples los beneficios que los expertos han encontrado en el teletrabajo, que al no requerir de la presencia física del empleado en una instalación fija, mejora la calidad de vida de las personas a través del ahorro de tiempo en los desplazamientos. Ello además de las emisiones que se dejan de generar por la reducción en los trayectos.

Solo en la capital de la República, un estudio adelantado por el Programa Bogotá Cómo Vamos advierte que la mayoría de los ciudadanos gasta más de 2 horas al día para llegar al trabajo y volver a casa. La propia Alcaldía reconoce que un conductor de vehículo particular gasta 20 días completos del año en trancones.

Otras de las ventajas de esta modalidad son el ahorro de dinero en transporte o comidas en lugares diferentes al hogar, mejoras en la salud derivados de una mejor alimentación y posibilidad de compartir más tiempo con la familia.

Para las empresas, existen algunos estudios muy rigurosos sobre el potencial económico de tener un robusto equipo de trabajo que cumpliera sus funciones fuera de la oficina. En Canadá, por ejemplo, se estiman ahorros cercanos a los 53.000 millones de dólares canadienses al año, que las empresas, los trabajadores y la sociedad en general podrían obtener gracias al teletrabajo si se aprovechara plenamente su potencial mediante las tecnologías actuales.

En un estudio de características y metodología similares, desarrollado en Estados Unidos, se calculó que, si todos los trabajadores de ese país que realizan tareas susceptibles de prestarse al teletrabajo se acogieran a este régimen a tiempo parcial, los beneficios potenciales para el conjunto de la economía ascenderían a 645.000 millones de dólares. Este estudio tuvo en cuenta la reducción de gastos de mantenimiento de la red vial como ventaja a escala comunitaria.

Pero sin duda, uno de los mayores beneficiados de poder implementar esta modalidad a gran escala es el medio ambiente. Una investigación conocida en el Teleworkweek 2015 advierte que 48.000 teletrabajadores ahorrarían cerca de 15 millones de galones de combustible, al evitarse los desplazamientos de la casa al trabajo y del trabajo a la casa.

De acuerdo con el Observatorio de Movilidad, en Bogotá se realizan 11 millones de viajes diarios, de los cuales el 50% obedecen a motivos laborales. Si la mitad de la población económicamente activa de la capital teletrabajara durante un año, se lograría salvar lo equivalente a 25 mil hectáreas de bosque.

Investigaciones recientes del Banco Interamericano de Desarrollo revelan que para el 2050, el 87% de la población vivirá en grandes urbes, lo cual aumentará desplazamientos, contaminación y disminuirá los recursos naturales. “Esta cifra muestra que existe una oportunidad para que las personas ayuden a preservar el medio ambiente, mientras desempeñan sus funciones laborales desde casa”, según el MinTIC.

transporte colapsadoCrédito: Federico Sánchez – cerosetenta.uniandes.edu.co

En Colombia existe una calculadora muy completa que estima el impacto ambiental de un trabajador que tiene que desplazarse a su oficina todos los días. Por ejemplo, alguien que viva en el norte de Bogotá, cerca de la calle 170, y que trabaje en el centro de la ciudad se gasta 561 galones de combustible al año y para mitigar el impacto deberían sembrarse 1.108 árboles. Además, gasta casi 28 días al año transportándose.

Antes de terminar el Gobierno anterior, el Ministerio de las TIC hizo un estudio, en el mes de julio, el más reciente, en el que encontró que Colombia tiene 122.278 teletrabajadores. Los resultados fueron compilados en el ‘Cuarto Estudio de Penetración del Teletrabajo en Empresas Colombianas’, realizado por el Centro Nacional de Consultoría para el año 2018. La gran conclusión es que esta modalidad laboral ha venido consolidándose en el país, porque su crecimiento es notable. Lo que no se responde, es si ese incremento es suficiente.

Veamos algunos resultados: se multiplicó por cuatro el número de teletrabajadores en el país, pasando de 31.553 en el 2012 a 122.278 el año pasado. Además, se triplicó el número de empresas que implementan esta modalidad, al pasar de 4.292 a 12.912 en el mismo periodo de tiempo.

Las ciudades con mayor número de teletrabajadores son Bogotá, que pasó de tener 55.848 trabajadores remotos en el 2016 a 63.995 en el 2018; Medellín, que pasó de 25.081 a 29.751 en el mismo periodo; Cali pasó de 5.723 a 13.379; Bucaramanga quintuplicó su cifra en dos años, pasando de 869 a 4.992, y Barranquilla, que se mantuvo con 4.827 teletrabajadores.

"Logramos que más de 500 empresas sean parte del Pacto por el Teletrabajo. Además, hemos celebrado convenios de cooperación con entidades territoriales de Bogotá, Valle del Cauca, Atlántico y Antioquia, y realizado más de 1.000 talleres y acompañamientos en todo el país con la Comisión Asesora de Teletrabajo”, aseguró el exministro de las Tic, Juan Sebastián Rozo.

En cuanto a los sectores donde mejor funciona, es evidente y era previsible que en el sector de servicios es donde más alcance tiene. En el informe se habla de 86.116 teletrabajadores en ese sector y solo 26.444 en la parte de comercio.

Adicional a esto, resulta llamativo que las Pyme son las grandes responsables de que la modalidad crezca en el país. La diferencia es abismal, mientras estas empresas pequeñas tienen 87.439 teletrabajadores, las grandes corporaciones apenas llegan a 8.921- Aunque en proporción, entre 2012 y 2018, la participación de todos los segmentos creció igual, en números reales las Pyme crearon más de 64.000 empleos de este tipo, mientras que las grandes apenas crecieron algo más de 6.200.

La realidad es que no todas las cifras son buenas en la evolución desde el primer informe de penetración del teletrabajo. Ya después de ocho años midiéndose su efectividad, hay algunos números que dejan dudas. A parte de la baja participación de grandes empresas, sorprende que solo en el nivel medio de las empresas (directores o jefes de área) creció el porcentaje de trabajadores a distancia al pasar del 63 al 64% en las dos últimas encuestas. Mientras tanto el nivel operativo cayó 11% con solo el 26% de teletrabajadores y en los cargos de mayor jerarquía se redujo en 8% la modalidad.

Y como si fueran pocas las noticias regulares de la encuesta, se encontró que cayó drásticamente la percepción de que el teletrabajo redujo costos en las empresas (del 47% al 37%). Lo mismo ocurre con el aumento de la productividad; menos empresas consideran que la modalidad cumple ese objetivo (del 47% al 39%). Solo el 27% de compañías cree que se aumentó la eficiencia de los procesos, mientras que en 2016 lo pensaban 37% de los encuestados.

Teniendo esos indicadores pocos satisfactorios, se hace necesario que las autoridades evalúen las barreras que se han generado para la consolidación de la iniciativa.

TRANCONES bogotaLa mayoría de los ciudadanos, gasta más de dos horas al día para llegar al trabajo y volver a casa / Bogotá cómo vamos

Un extenso documento publicado por la Organización Mundial del Trabajo define algunas de las dificultades que enfrenta esta modalidad no presencial de empleo. Según los expertos del organismo, ni siquiera existe todavía un consenso global sobre cómo definir la propia palabra Teletrabajo. “Las distintas personas dan a este concepto distintas acepciones, y lo utilizan para designar una gran diversidad de modalidades de trabajo, como el trabajo móvil, el trabajo efectuado en cualquier lugar distinto de los locales del empleador, el trabajo efectuado en centros de oficinas compartidas, y el trabajo a domicilio”.

Sumado a que ni siquiera el término es absolutamente claro, las empresas y los mismos trabajadores pueden encontrar barreras que dificultan la implementación del Teletrabajo. La OIT señaló en 2017 que las organizaciones pueden encontrar desventajas como: generación de otros tipos de gasto (inversión tecnológica), mayores exigencias en materia de TIC, Problemas de seguridad (No aplicable a algunas tareas) y cierta pérdida de control sobre sus empleados.

El punto específico de la seguridad hace referencia al sector financiero. Por ejemplo, “algunos expertos señalan que permitir el trabajo a distancia aumenta la posibilidad de que los trabajadores utilicen sus propios dispositivos móviles para comunicarse a través de redes públicas sin garantías de seguridad, lo que aumenta la vulnerabilidad de las empresas a intrusiones no autorizadas”.

Por otro lado, trabajar desde casa o desde un café puede sonar bien para los empleados, pero también puede traer consecuencias que son documentadas en el mismo informe de la OIT: difuminación de la separación entre vida laboral y privada, mayores posibilidades de conflicto entre ambas, trabajo en días festivos, dificultades para “desconectarse” del trabajo, aislamiento social y profesional y pérdida de algunas oportunidades laborales.

¿Qué deben hacer las empresas?
Muchas compañías se hacen la pregunta de cómo implementar el teletrabajo, qué aplicaciones usar, cómo controlar la efectividad de sus empleados o su tiempo de trabajo. La pregunta se la trasladamos a Claudia Núñez, directora de Apropiación de TIC del Ministerio de ese mismo nombre.

"Lo primero es que pueden solicitar oficialmente al Ministerio Tic una asesoría. Es el consejo más sencillo porque nosotros podemos asesorarlos en la implementación de la modalidad de Teletrabajo. Para ello, tenemos un equipo en cada región que adelanta la asesoría de manera gratuita", asegura Núñez.

El Ministerio habilitó una página que es www.teletrabajo.gov.co en donde cualquier persona puede consultar el paso a paso para llevar la modalidad a su empresa. También existe una pestaña especial para que los empleados consulten sus derechos cuando trabajan de esta forma.

La directora de Apropiación insiste en que las empresas, desde las Pyme hasta las grandes empresas pueden acceder a los beneficios como "la reducción de costos fijos toda vez que se requieren menos espacios físicos y menos desplazamientos, además es comprobado el aumento de la productividad y el aporte a la inclusión social y la movilidad".

Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en diálogo con Catorce6 fue más allá y aseguró que están demostrados los ahorros incluso en servicios públicos y costos por adaptación de puestos de trabajo como mobiliario, computadores, teléfonos, etc.

Sin embargo Jaramillo es enfático en asegurar que las empresas deben tener claro que los teletrabajadores tienen derechos iguales que los presenciales: "en una ley del año 2008 se establece que los gastos de conectividad deben estar a cargo de la empresa. Además los teletrabajadores deben estar inscritos al modelo general del trabajo de Colombia, es decir con todo el catálogo de prestaciones y reconocimiento y garantías laborales a las que hayan lugar".

Para el experto es necesario que las empresas hagan un acompañamiento de los teletrabajadores porque hay ocasiones en que se pueden presentar enfermedades laborales o riesgos laborales porque no hay una línea divisoria clara entre la vida personal y la profesional. "Lo más importante es adecuar los procesos en el hogar y que haya una visita de la administradora de riesgos laborales que garantice que hay una adaptación adecuada".

Aunque la diferencia con países como Argentina y Brasil es abismal, según la Academia Internacional de Teletrabajo, porque en esos países ya se habla de más de 2 y 7 millones, respectivamente, las cifras de Colombia demuestran que hay cierto interés por los beneficios del trabajo a distancia pero que hay mucho por hacer.

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