El Instituto Humboldt publicó un estudio en el que advierte que en la actualidad hay casi 80 animales en el país y que no hay ningún depredador natural que frene su crecimiento.
Foto: Felipe Villegas - Humboldt
Según la publicación Reporte de Estado y Tendencias de la Biodiversidad Continental de Colombia (Bio 2018), la especie Hippopotamus amphibius podría aumentar su población a 150 individuos en la próxima década, expandiéndose hacia el norte colombiano, a través del río Magdalena.
Basados en evaluaciones sobre la población actual de hipopótamos, se calculan entre 65 y 80 animales en estado silvestre habitando áreas de humedales y cuerpos de agua asociados al río Magdalena, en algunas áreas de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cundinamarca y Santander.
El análisis realizado por investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana, Cornare y el Instituto Humboldt indica que el área de distribución actual de los hipopótamos en nuestro país es de 1.915 kilómetros cuadrados (km2). Sin embargo, por la favorabilidad que ofrece el hábitat nacional, la especie podría extenderse hasta los 13.587 km2.
Basados en registros de campo obtenidos por la Universidad Javeriana, a través de encuestas asociadas y análisis de condiciones climáticas y coberturas presentes, y con información proporcionada desde BioModelos y de la Línea de Gestión de Vida Silvestre, del Programa Gestión Territorial y de la Biodiversidad del Instituto Humboldt, fue elaborado un mapa de distribución geográfica de la especie.
El mapa sugiere un potencial de dispersión del mamífero africano hacia el norte colombiano, es decir hacia municipios ribereños de la Cuenca del Magdalena, donde los ecosistemas han sido transformados por cuenta de la agricultura o con zonas aledañas a humedales.
También permitió identificar -a través del análisis de coberturas, sistemas productivos ganaderos, ecosistemas de humedales temporales, distancia a vías, reportes de presencia y áreas cercanas a asentamientos humanos-, aquellas áreas con mayor probabilidad de presencia y dispersión de la especie que serían los departamentos de Cundinamarca, Caldas, Antioquia, Cesar, Boyacá, Santander y Bolívar.
Sobre los riesgos, los hipopótamos generarían efectos o impactos para las comunidades locales, ecosistemas y especies nativas, dado su alto potencial de invasión. Por ejemplo, podrían ocupar zonas de humedales temporales y potencialmente inundables, caños y aguas poco profundas cercanas al río Magdalena. También, la reducción en el crecimiento de la vegetación natural, debido a su alimentación a base de plantas herbáceas.
Foto: Felipe Villegas - Humboldt
Su gran tamaño también afectaría el hábitat, alterando el paisaje y los procesos ecológicos a diferentes escalas, ya que estos animales abren canales alternos por los cuales se incorporan nutrientes -como materia orgánica y amoniaco a través de su orina- a los afluentes, poniendo en riesgo a la actividad pesquera en el río Magdalena, pues las heces de este animal contaminan las aguas y son fuente de degradación y erosión.
Otro de los riesgos importantes es su territorialidad en las zonas del Río Magdalnea, lo que incrementaría el riesgo de encuentros con personas.
Adicionalmente, los hipopótamos no cuentan con depredadores en Colombia, como grandes felinos y hienas, lo que les hace posible ocupar los hábitats propios de especies como manatíes, nutrias, entre otras. Además, estos animales pueden ser portadores de Tuberculosis, Brucelosis, Carbunco bacteridiano y Paratuberculosis, enfermedades transmisibles a fauna nativa y humanos.