En el marco de la Semana Mundial de los Océanos, el periodista Guillermo Prieto y cerveza Corona arrojaron una botella con un GPS en su interior para evidenciar sus efectos contaminantes.
Foto: @ElViajeDeLaBotella
Para generar conciencia por el daño que sufren los océanos por causa del plástico, Pirry y cerveza Corona desarrollaron el experimento medioambiental al que denominaron “El viaje de la Botella”, un proceso que inició en el río Bogotá y que terminó en el océano.
El objetivo fue realizar el seguimiento del recorrido que hace el plástico desde las ciudades y cómo finalmente desembocan en el mar, travesía documentada a través de una cuenta en Instagram, creada para el proyecto y a la que llamaron El Viaje de la Botella, mostrando los diferentes lugares por donde pasó el plástico y evidenciando las zonas donde prolifera la contaminación.
Según mostró el periodista Pirry en el periódico El Heraldo, en los pueblos por donde pasó, a orillas del río Magdalena, la basura es una constante, pudiendo evidenciar que el plástico que llega hasta Bocas de Ceniza proviene de ciudades como Bogotá, Medellín y Cali.
“Estuve en Honda, Mompox, Puerto Boyacá, por muchos pueblos a la orilla del Río Magdalena y una constante es la basura que tiran al río. El plástico que viene a dar aquí (Bocas de Ceniza) viene de Bogotá, de Medellín, de Cali”, explicó Pirry mientras en su mano cargaba aquella botella que por momentos quedaba atascada entre más basura, navegaba en medio de bolsas de icopor y sorteaba palizadas arrastradas por la corriente.
Según relato de El Heraldo, bastó ir a una velocidad de 10 nudos, lo equivalente a 18 kilómetros por hora aproximadamente, para reconocer el daño que hace el ser humano al planeta. Entre quemas, talas y basuras se da el coctel perfecto de contaminación.