Con los altos riesgos para la salud casi 3.500 animales llegan cada día, durante los fines de semana, a la Plaza de Bolívar en Bogotá, donde hay vendedores de alimento a los visitantes, quienes se lo brindan a las palomas.
Foto: Archivo Caracol Radio
La propuesta de aplicarles anticonceptivos y esterilizaciones nace en la Universidad Nacional, de la médica veterinaria Claudia Isabel Brieva coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) ante la sobrepoblación de palomas sobre la que está advirtiendo el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA).
La propuesta de aplicarles anticonceptivos y esterilizaciones nace en la Universidad Nacional, de la médica veterinaria Claudia Isabel Brieva coordinadora de la Unidad de Rescate y Rehabilitación de Animales Silvestres (URRAS) ante la sobrepoblación de palomas sobre la que está advirtiendo el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA).
Se trata de una especie sin control biológico en Bogotá y según un primer informe del IDPYBA, estas aves se concentran en parques, plazas y en el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Por ejemplo en la Plaza de Bolívar se pueden contar alrededor de 3.400 palomas durante un fin de semana, ya que alimentarlas resulta un atractivo turístico para los transeúntes.
“Proporcionarles comida conlleva a que ellas se concentren en ciertos puntos de la ciudad, lo que les hace la vida un poco más fácil y su vez propicia su reproducción”, comenta la docente, quien considera que el principal peligro son los cúmulos de materia fecal.
En esa materia fecal, según múltiples estudio, crecen unos hongos conocidos como Cryptococcus neoformans, que se transmiten por inhalación. En las personas puede ocasionar criptococosis pulmonar y neumonía aguda atípica. El principal problema clínico que generan son las meningitis.
Otro agente de enfermedades es Histoplasma capsulatum, un hongo cuyas esporas, al ser inhaladas, pueden causar histoplasmosis, una afección importante en salud pública, sobre todo en quienes siguen algún tratamiento con corticoides.
De allí sale la propuesta de la investigadora y de la alarma que ha encendido la Alcaldía de Bogotá de que además el excremento de los animales puede causar daños en la arquitectura colonial del centro de la ciudad.
“La esterilización quirúrgica, que no es muy utilizada en Colombia, y los anticonceptivos pueden solucionar el problema; sin embargo este último mecanismo supone riesgos, ya que tales fármacos pueden ser ingeridos por aves sobre las cuales no se requiere dicho control” explica la profesora.
Sin embargo el método de la esterilización podría resultar costoso y su impacto podría observarse a mediano plazo.
Otra forma de controlar la sobrepoblación –utilizada en otros países– es sustraer los huevos, para eso los palomares deben tener una puerta posterior para que un trabajador revise los nidos por lo menos dos veces por semana y retire los huevos para reemplazarlos por artificiales.
El Distrito también ha manifestado su preocupación por el estado de salud de los animales, que contrario a lo que se cree, pueden sufrir consecuencias al ser sobrealimentados.
#AEstaHora @clarasandoval: "Las palomas tienen ciclos reproductivos muy cortos y no tienen control biológico natural en nuestro país" #NocheDePalomas pic.twitter.com/qb0nwzwGoO
— Protección Animal Bogotá (@AnimalesBOG) 22 de agosto de 2018
#NocheDePalomas @clarasandoval: "Dar comida a las palomas no es cuidarlas sino acabar con sus comportamientos naturales. A veces no somos conscientes de esa realidad" pic.twitter.com/mQCbVHfxh6
— Protección Animal Bogotá (@AnimalesBOG) 23 de agosto de 2018