Martes, 16 Abril 2024
Esa es la conclusión de una investigación realizada por varias universidades nacionales. El acetaminofén es el mayor contaminante.

planta tratamiento                       Imagen de referencia, planta de tratamiento de aguas residuales Bogotá. / Foto: archivo Colprensa

La revista Science of The Total Environment acaba de publicar el anticipo de un artículo investigativo que irá incluido dentro de su próxima edición de noviembre de 2018, en el que se estudia la presencia de 20 productos farmacéuticos en aguas residuales de Colombia.

Siete académicos de las universidades Antonio Nariño, Antioquia y Amazonía, lograron detectar varios compuestos ampliamente consumidos en muestras de las aguas de diferentes orígenes y áreas geográficas en Colombia.

Entre los productos farmacéuticos estudiados se incluyeron antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios, medicamentos reductores del colesterol, reguladores de lípidos y antidepresivos que se obtuvieron de muestras de las plantas de tratamiento de aguas residuales de Bogotá y Medellín, además de los líquidos residuales sin procesar del Hospital de Tumaco y de la ciudad de Florencia.

Las concentraciones más altas de hasta 50 microgramos por litros (μg / L) correspondieron al paracetamol, más conocido en Colombia como el Acetaminofén que es ampliamente usado para alivio de dolores leves y control de la fiebre. Pero además se hallaron (en menor proporción) varios antibióticos, como la azitromicina, la ciprofloxacina y la norfloxacina, y los fármacos para la hipertensión como losartán y valsartán.

Pero la conclusión no solo es que estos químicos están en las aguas residuales, sino que el tratamiento aplicado en las plantas de tratamiento parecía no eliminarlos de manera eficiente, ya que la mayoría de los productos también estaban presentes en las aguas después de su tratamiento.

Investigaciones internacionales realizadas por la EPA en Estados Unidos y por diferentes universidades europeas han llegado a resultados preocupantes de animales afectados en su capacidad vital y reproductiva por cuenta de los fármacos que llegan a sus cuerpos.

“Los fármacos se pueden introducir en las fuentes de agua a través de aguas residuales que transportan excretas de personas y pacientes que los hayan utilizado; por eliminación inapropiada de medicamentos (por ejemplo, arrojándolos por el inodoro); y por medio de residuos líquidos agrícolas, incluido el estiércol del ganado. Estos productos se han convertido en una cuestión de creciente preocupación para el público”, advirtió la Organización Mundial de la Salud que ya le puso el ojo al tema.

Para ello la OMS sugiere que los procesos convencionales de tratamiento de agua, por ejemplo, la cloración, pueden eliminar aproximadamente el 50% de estos compuestos, mientras que los procesos de tratamiento más avanzados, tales como la ozonización, la oxidación avanzada, el carbón activado, la nanofiltración y la ósmosis inversa pueden lograr mayores tasas de eliminación. Esta última, por ejemplo, puede eliminar más del 99% de las grandes moléculas de productos farmacéuticos.

Science of The Total Environment anticipa que los datos sobre la presencia de productos farmacéuticos informados en este documento son la base de los estudios actuales que tienen como objetivo desarrollar sistemas eficientes para la degradación o eliminación de los compuestos del medio acuático.
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