Viernes, 19 Abril 2024
Isabel Cristina Ávila Jiménez, estudiante de doctorado de la Universidad de Freiburg en Alemania hizo una revisión, clasificación y georreferenciación de las amenazas ambientales y humanas documentadas que afectan a los mamíferos marinos.


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El estudio publicado, cuyo título original es: “Current global risks to marine mammals: taking stock of the threats”, presenta por primera vez un análisis de riesgos mundiales para la comunidad de mamíferos marinos basado en amenazas documentadas. 
El artículo hizo una revisión, clasificación y georreferenciación de las amenazas ambientales y humanas que afectan a los mamíferos marinos y cómo están respondiendo a estos cambios.

En este señala, cómo los mamíferos marinos se ven afectados por muchas actividades antropogénicas y la importancia de avanzar en el conocimiento para mitigar los impactos y la ocurrencia geográfica de las amenazas. El equipo dirigido por la colombiana, revisó, categorizó y georreferenció información de más de 1780 publicaciones sobre amenazas que afectaron a 121 especies de mamíferos marinos en todo el mundo entre 1991 y 2016.
 
El estudio parte de la definición de amenaza como un estresor, acción o evento que causa efectos dañinos, mientras que el riesgo lo define como la posibilidad de experimentar efectos perjudiciales debido a la exposición a un factor de amenaza y advierte que cualquier nivel, las amenazas sobre los mamíferos marinos pueden generar mortalidad y lesiones o efectos indirectos como fisiológicos o de comportamiento.

Los resultados demostraron que 119 especies de mamíferos marinos (98% del total) presentan amenazas. La mayor  es para la pesca seguida por la contaminación, la cacería y el turismo. También se ven afectadas por otras actividades antropogénicas, incluido el transporte, la extracción de petróleo y de gas. Las especies se encuentran en cierto nivel de riesgo en el 56% del océano mundial y en el 47% de las aguas costeras en todo el mundo.

Uno de los rasgos más sobresalientes de la investigación, es que se crearon mapas ilustrativos asignando amenazas a países donde habían estado las especies, superponiendo el riesgo para diferentes taxones y amenazas con el fin de visualizar patrones geográficos de riesgos y cuantificar la severidad del riesgo con respecto al número de especies afectadas. Los principales mapas que arrojó el estudio se basan en pesca y captura accidental, contaminación, cultivo y tráfico. De igual modo, se obtuvieron mapas de número y porcentaje de especies en riesgo en todo el mundo lo cual permite comparar y dimensionar el problema.

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Las zonas de alto riesgo se definen como áreas donde más del 75% de las especies está documentada con amenazas.

Las áreas rojas representan áreas de alto riesgo o puntos de acceso. Las áreas azules representan los hábitats centrales de los mamíferos marinos sin ninguna amenaza documentada.

El estudio identificó áreas de riesgo críticas por captura accidental en aguas costeras de todo el mundo. También reportaron riesgo en aguas oceánicas como las del Pacífico oriental tropical y en el Atlántico norte, en mares cerrados como el Mediterráneo o Báltico y en áreas extensas alrededor de la Antártida.

Las áreas costeras imponen niveles previamente no reconocidos de riesgo acumulativo para las especies de mamíferos marinos debido a que casi todas se ven actualmente afectadas por intervenciones humanas como la urbanización, la contaminación y la sobreexplotación de los recursos naturales.
 
Estos mapas de riesgo presentados, complementan la información existente y permitirían la identificación de sitios prioritarios para el monitoreo de amenazas y para aunar esfuerzos de conservación de las especies de mamíferos marinos. No obstante, falta camino por recorrer ya que estos mapas no muestran, por ejemplo, la distribución real de las especies durante las etapas cruciales de la vida y las rutas migratorias transitorias entre los rangos de verano e invierno.

Las áreas marinas protegidas son reconocidas como una de las herramientas de gestión más importantes para mitigar los impactos negativos en los mamíferos marinos y mejorar su conservación, pero actualmente solo el 5.1% de los océanos están protegidos. Es por ello que es crucial continuar la tarea de identificar amenazas y riesgos para áreas geográficas específicas, que identifiquen sitios prioritarios para la conservación, las amenazas, sus fuentes y las áreas de alto riesgo tanto como sea posible como intentó hacer este estudio.
 
La estudiante de doctorado en medio ambiente y recursos naturales de la Universidad de Freiburg, Isabel Avila, ha trabajado casi dos décadas con mamíferos marinos, especialmente en el Pacífico colombiano, y contribuye a su conservación integral promoviendo el conocimiento local, la protección, manejo y el uso apropiado y sostenible de los recursos marinos vivos. Asimismo, desarrolla estrategias de conservación sobre la biodiversidad asociada a los ecosistemas marinos y costeros, incluidos los planes de acción, la educación ambiental y la planificación del ecoturismo.
 
El artículo completo se encuentra publicado en Elsevier, editorial de Biological Conservation y se puede consultar con toda la información complementaria en el siguiente enlace: Current global risks to marine mammals: Taking stock of the threats


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