A través de una herramienta virtual puede ser posible determinar los servicios o compensaciones ambientales necesarios para borrar nuestra huella de carbono.
Existen infinidad de entidades que en sus páginas oficiales cuentan con una herramienta que permite calcular sólo la huella de carbono, pero ahora un grupo de ingenieros de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional, desarrolló una herramienta virtual que permite calcular las compensaciones ambientales que debe hacer una persona para borrar su huella de carbono.
El desarrollo del programa se hizo en Medellín, para lo cual fue necesario, adelantar una encuesta. Para concederle más nivel de detalle, los ingenieros se apoyaron en una base de datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Argentina, a la que adaptaron los valores de CO2 obtenidos en las encuestas.
El resultado muestra que una persona emite en promedio 1,2 toneladas de CO2 al año, y que entre los mayores factores de contaminación se encuentran los residuos sólidos producidos en los hogares, los cuales representan el 81%, el consumo de energía con un 13 %, el transporte 6 % y la alimentación 0,13 %
Foto tomada de: www.jardinplantas.com
Según los resultados de la calculadora desarrollada por los ingenieros, un habitante de Medellín necesitaría cultivar 28 plantas de guadua o 469 de cacao para mitigar el CO2 que produce durante sus actividades diarias como comer, vestirse o ducharse. La primera especie transforma o fija 0,044 kg de CO2 por año, y la segunda 0,002 kg en el mismo periodo.
El profesor Ramiro Ramírez Pisco, profesor e investigador de la Universidad Nacional, explica que la elección del cultivo del cacao para este proyecto se dio no solo porque es una especie que puede fijar CO2 por largos periodos, sino por su importancia dentro de los programas del posconflicto y la sustitución de cultivos ilícitos, por tener potencial para aportar a la economía del país.
Según los investigadores, con el calentamiento global surge la necesidad de proyectar cultivos de especies vegetales que generen valor agregado mientras capturan CO2. En su opinión, el hecho de que la mayoría de las acciones contaminantes se genere en las urbes es un impedimento para plantar árboles.
Foto tomada de: www.ecologiaverde.com
Un ejemplo de esta experiencia en Colombia es la del BANCO2, iniciativa que se ejecuta en ocho departamentos colombianos, entre ellos Antioquia, Boyacá y La Guajira. Mediante este programa, empresas y personas compensan su huella de carbono por medio de recursos económicos que les permiten a 960 familias de áreas rurales conservar el medioambiente.
Fuente: Agencia de Noticias UN