Miércoles, 18 Junio 2025

Contrario a lo que se cree, es posible que menor número de árboles en mejores condiciones, logren captar la misma cantidad de carbono que miles de ellos pero en condiciones más difíciles.

Una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Montana en Estados Unidos, concluyó que reducir a tiempo la densidad de los bosques puede contribuir a crear árboles más resistentes que contribuyan en mayor medida a mitigar el cambio climático. La investigación comenzó hace más de 54 años cuando un grupo de científicos tomó como experimento a un bosque relativamente joven al noreste de Montana y lo dividió en parcelas; en algunas de ellas se redujo la cantidad de árboles de miles a 494 árboles por hectarea; mientras que en las parcelas restantes se mantuvo intacto el número de árboles originales.

ArbollFoto tomada de www.elblogverde.com

Los resultados obtenidos mostraron que en las parcelas del primer caso, los árboles desarrollaron raíces más gruesas, troncos más anchos y ramas más grandes, mientras que los árboles de las parcelas sin intervenir crecieron mucho más altos y delgados. La diferencia se explica por que entre mayor sea la densidad de árboles por área, mayor será la competencia entre ellos por agua y luz y menores serán el espacio y los recursos disponibles para cada uno. Adicionalmente se comprobó que los árboles que crecieron con mejores condiciones de crecimiento (luz, espacio, agua y nutrientes) son mucho más resilientes frente a sequías, incendios, plagas y enfermedades, que aquellos que tuvieron que competir por los recursos necesarios para su desarrollo. Lo anterior llevó a los científicos a plantearse la pregunta de ¿cómo afecta la densidad de árboles, la capacidad para captar carbono atmosférico? 

Para responder la nueva incógnita, se realizó la medición de la altura, diámetro y ancho de las ramas de cada árbol para calcular la cantidad de carbono almacenado. Al comparar resultados, se descubrió que las cantidades capturadas en ambos tipos de parcelas, fueron practicamente las mismas. Es decir que no es necesario plantar millones de árboles para captar grandes cantidades de carbono atmosférico, pues la misma eficiencia se logra plantando menos con mejores condiciones para su crecimiento, y a su vez, aumenta la resiliencia del ecosistema frente a eventuales adversidades ambientales. 

ArbolessFoto tomada de www.schwarzwaldguide-rust.de

El estudio concluye que la clave está en reducir la densidad de árboles en una etapa temprana del bosque, para evitar que se inicie la competencia por recursos y lograr árboles más resistentes. Por el otro lado, el estudio advierte que aún se deben evaluar los impactos de reducir la cantidad de árboles en un bosque, sobre la fauna del ecosistema.

Fuente: Science Magazine.

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