El cuarto informe ‘Colombia Explotación de oro de aluvión’, también reveló que 52 % de las explotaciones auríferas, están en zonas protegidas o donde la minería está prohibida.
Explotación de oro de aluvión en tierra / Informe EVOA 2019.
Según el último informe que se realiza desde el 2016 por parte del Ministerio de Minas y Energía, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Embajada de Estados Unidos en Colombia, la explotación de oro de aluvión tuvo un incremento del 6 % al pasar de 92 000 hectáreas en 2018 a 98 000 hectáreas en 2019”.
Para obtener la información, se utilizan tecnologías que permiten identificar de manera precisa los sitios donde se registran evidencias de explotación de minerales, principalmente oro, bajo la modalidad de aluvión —aquella que aprovecha el oro depositado en ríos y en las tierras que rodean sus cauces—.
El aumento internacional del precio del oro (en 2019 se ubicó como el más alto en los últimos siete años, con valores superiores a los 1730 dólares por onza) propició en gran parte que la minería ilegal se propagara por el país.
La detección de 2019 mostró 98 028 hectáreas con evidencias de explotación de oro de aluvión (EVOA) en tierra en 12 de los 32 departamentos del país. El 77 % de estas hectáreas se encontraron en los departamentos de Antioquia (40 201) y Chocó (35 105). El documento también señala que sólo 10 municipios concentran el 54 % de las hectáreas afectadas por esta actividad: Zaragoza, Nechí, Cáceres, Nóvita, El Bagre, El Cantón de San Pablo, Ayapel, Istmina, Río Quito y Montecristo. Todos estos son municipios ubicados en los departamentos de Antioquia, Chocó, Córdoba y Bolívar.
Aprovechando los resultados de años anteriores, el reporte contiene un análisis detallado de la tendencia de explotación de oro de aluvión en el país. “Para 2014 teníamos 78 939 hectáreas de EVOA en tierra. El fenómeno se ha venido ampliando y actualmente van 98 028”, según explica Sandra Rodríguez, líder del área de Procesamiento Digital de Imágenes Satelitales de la UNODC.
Explotación de oro de aluvión en agua, departamento de Nariño./ Informe EVOA 2019.
“A través de la geografía se ofrece la información que facilita el trabajo de actores específicos que tienen competencia en estos territorios. Es una invitación a que gobernaciones, alcaldías, corporaciones autónomas regionales, comunidades y autoridades activen sus propias estrategias de acción” indicó Pierre Lapaque, representante de UNODC en Colombia.
Uno de los resultados más críticos es que, después de levantar la información geográfica y cruzarla con los permisos y licencias que debe tener toda actividad minera, se detectó que el 66 % de todas las evidencias de explotación de oro de aluvión (EVOA) en tierra eran ilegales. A pesar de que Antioquia presentó la mayoría de hectáreas detectadas, es en Chocó donde hay mayor ilegalidad. Según el informe, el 70 % de las EVOA en Chocó son ilícitas.
Solo el 27 % de las áreas donde se explota oro de aluvión son legales, es decir, tienen permisos técnicos y/o ambientales, mientras que un 7 % se encuentran en una categoría definida como tránsito a la legalidad, donde se explota oro pero se están adelantando solicitudes de legalización. “Acá -categoría de tránsito a la legalidad- está permitida la explotación pero solo con medios manuales”, recalca Sandra Rodríguez de UNODC.
Otra cifra entregada por el informe es que el 52 % de las EVOA (50 801 hectáreas) están en zonas con restricción para la minería, principalmente áreas naturales protegidas. En el documento se lee “La Reserva Forestal del Pacífico, considerada como una de las más grandes reservas de biodiversidad del mundo presenta las cifras más altas, pues una tercera parte de la EVOA en tierra nacional se encuentra en esta zona”, y agrega que “la explotación de minerales es una de las principales causas directas de deforestación en Colombia. En este sentido, se tiene que el 68 % de la pérdida de coberturas vegetales de valor ambiental se presenta en áreas de explotación ilícita”.
Territorio afectado por EVOA, 2018-2019/ Informe EVOA 2019.
Las áreas protegidas más afectadas fueron la Reserva Nacional Natural Puinawai y el Parque Nacional Natural Farallones de Cali. Este último tuvo un incremento de 28 % respecto al 2018. Así mismo, los autores lanzaron una alerta sobre los parques Paramillo, Munchique, Serranía de los Churumbelos y Acandí Playón, pues se detectó explotación de oro a menos de 10 km de ellos.
En lo que refiere a las comunidades étnicas, se registraron 39183 hectáreas afectadas dentro de los territorios de 77 consejos comunitarios de comunidades negras y solo el 13 % cuenta con permisos técnicos de explotación. Es decir, el 87 % son ilegales.
De igual manera, en el 43 % de los territorios donde se hizo minería aluvial de oro se identificaron cultivos de coca y de los 10 municipios con más hectáreas de explotación de oro, ocho también tenían cultivos de coca a su alrededor. “Los territorios que presentan los dos fenómenos de ilegalidad se caracterizan por ser zonas vulnerables con condiciones de pobreza, marginalidad, difícil acceso y presencia de grupos armados ilegales” resalta el informe y tan sólo en el 10 % de esos territorios “se han realizado acciones de control para ambos fenómenos”.
Territorios con presencia de EVOA y cultivos de coca / Informe EVOA 2019.
Las imágenes satelitales mostraban balsas y dragas pero tuvieron que desarrollar una aproximación basada en percepción remota con herramientas más especializadas “para observar lo que a simple vista no se ve”, indicó Rodríguez.
Subcuencas hidrográficas y EVOA, 2019/ Informe EVOA 2019.
En 2018 monitorearon cinco ríos de las cuencas amazónica y orinocense y para 2019 ampliaron ese análisis a 10. En total se monitorearon 6800 km de los ríos Caquetá, Putumayo, Amazonas, Apaporis, Inírida, Puré, Atabapo, Cotuhé, Negro y Yarí en su paso por Colombia.
En seis de estos ríos se registraron alertas por explotación de oro en sus aguas, lo que conlleva grandes riesgos por contaminación con mercurio y cianuro. De los 49 puntos críticos detectados en el informe, 22 están en el río Caquetá, 14 en el Apaporis y 4 en el Inírida. Algunas de esas alertas por explotación ilícita de oro en agua se encontraron dentro de los parques Serranía de Chiribiquete, Yaigojé Apaporis, Cahuinarí, Amacayacu y Puinawai.