Dicen que estudios son incompletos y critican luz verde que dieron Parques Nacionales y ANLA a la Armada para iniciar con el proyecto que afectaría el ecosistema.

Parque Nacional Natural Gorgona. / Foto: Parques Nacionales

La controversia por la construcción de una subestación de la Armada en Isla Gorgona ha sido una montaña rusa de reacciones, que parece haber encontrado su punto más alto esta semana. Todo por cuenta de la autorización que entregó Parques Nacionales para que se adelante la obra, que ya tiene también la bendición de la Autoridad Nacional de Licencia Ambientales –ANLA-.

Ante esta decisión de las instituciones ambientales, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas le envió una dura carta en la que no solo criticaban la construcción, sino también los estudios que presentó la Armada Nacional.

La misiva firmada, entre otros, por Gonzalo Andrade y German Poveda, advierte de “el otorgamiento de la licencia ambiental al proyecto sin que se hubieran presentado previamente los estudios necesarios y suficientes para analizar y evaluar debidamente sus impactos ambientales… la no consideración de especies endémicas importantes en la isla”.

De esta forma enumeran 10 puntos en los que habría fallado el estudio de la Armada:

1. Inventario terrestre con análisis incompletos que se hacen en relación con las comunidades de organismos que conforman la endofauna
2. El inventario no considera el grupo de los mamíferos terrestres.
3. En lo relacionado con las aves, dichos estudios no hacen referencia a los posibles efectos del funcionamiento del radar sobre sus poblaciones.
4. Insectos y Macroinvertebrados, los mismos estudios no son representativos.
5. Sobre anfibios y reptiles, hay consideraciones importantes de orden metodológico y conceptual que no se están teniendo en cuenta.
6. En el inventario terrestre no se menciona nada sobre la fauna asociada con el ecosistema rocoso.
7. Sobre caracterización florística: los estudios presentados son preocupantemente incompletos y con serios faltantes.
8. No se menciona la población de la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) que arriba estacionalmente entre los meses de junio y noviembre al área marina protegida.
9. No se menciona la población residente de la especie de delfín moteado pantropical.
10. Los estudios presentados no consideran nada sobre las comunidades de pescadores artesanales.

Por todas estas razones, la comisión de científicos termina su carta diciendo que considera necesario revocar la licencia que le concedió la Anla desde 2015 y que permite la construcción de instalaciones para 28 personas, un muelle de 133 metros y una torre de 55 metros de altura que albergará un radar de alta potencia en el cerro Trinidad, el punto más alto del islote.

En un comunicado emitido antes de esta carta, la Armada ha defendido el proyecto advirtiendo que tiene la obligación de luchar contra el narcotráfico y que “la Institución Naval hace presencia hace varios años en diferentes áreas protegidas en cumplimiento a su misión constitucional (Gorgona, Malpelo, Salamanca, Sea Flower, entre otros), siendo la isla de Gorgona por su posición y sus características un punto de vital importancia”.

Aseguran también que Parques Nacionales definió los puntos en los cuales se desarrollará la construcción de la estación de guardacostas, “teniendo en cuenta que fueron zonas anteriormente intervenidas lo que mitigaría un posible impacto ambiental”.

Por otra parte, en una columna escrita en Semana, uno de los firmantes de la carta, el exviceministro de Ambiente, Guhl Nanneti, comparó la construcción de la subestación asegurando que “a nadie se le ocurriría instalar una antena de microondas en el Capitolio Nacional, ni una discoteca en la Quinta de San Pedro Alejandrino, como tampoco tumbar las palmas de la Plaza de Caicedo para hacer un parqueadero, o urbanizar los Jardines Botánicos.”