De acuerdo a los creadores, estos empaques son más asequibles que los de plástico compostable, porque están hechos de residuos de caña de azúcar y bambú.
Seis estudiantes de la Universidad Nacional se propusieron reducir el impacto ambiental generado por los pitillos y para lograrlo, diseñaron pitillos biodegradables, a partir de la cascara de cacao y el suero de leche.