Sábado, 20 Abril 2024

Por primera vez en la historia, se logró la reproducción y supervivencia en cautiverio de un Coatí de montaña, uno de los mamíferos menos conocidos en el planeta.

El coatí de montaña es conocido como el fantasma de los Andes, su nombre científico es Nasuella olivacea y la información que se tiene de este es muy limitada. Vive en los andes de Colombia, Venezuela, Ecuador y el norte del Perú, desde 1,800 hasta cerca de los 4,000 m.s.n.m. Habita solo en el bosque nuboso y páramo de Los Andes.

Coatí de montañaFoto: Cortesía Bioparque La Reserva

El equipo técnico del Bioparque La Reserva en Cota, Cundinamarca fueron los encargados de este proyecto de conservación de esta especie. Con este nacimiento se han logrado registrar datos de comportamiento reproductivo muy útiles nunca antes reportados, los cuales permitirán el desarrollo de un protocolo de manejo nutricional, sanitario, comportamental y de infraestructura para el Coatí de montaña en cautiverio y conservación de esta especie.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), clasifica esta especie a nivel global como Datos Deficientes (DD) y algunos investigadores la sugieren como Casi Amenazada (NT). Su mayor amenaza es la deforestación y agricultura expansiva.

Tiene un rol predominante en la conservación de los bosques alto-andinos y páramos donde vive y en el proceso de estabilidad de la producción del agua que consumimos. Su población es desconocida y no se considera común. Cuenta con un grueso pelaje de color oliva-marrón, su cola es amarillo-gris con anillos negros y su cabeza es delgada, presenta un hocico largo y flexible. Se alimenta de invertebrados, vertebrados, frutas y restos vegetales.

En noviembre de 2016, el Bioparque con la única población en cautiverio en el mundo (4 hembras y 4 machos), envió una de estas parejas al Parque Jaime Duque en Cundinamarca con el objetivo de establecer una nueva colonia cautiva y realizar un trabajo de educación y sensibilización en la comunidad.

Coati tronco exhibFoto tomada de: www.bioparquelareserva.com

“La cría es una hembra de dos meses de edad y goza de excelente salud, además se ha realizado un seguimiento riguroso de peso cada semana, mediciones y exámenes físicos”, explica Iván Lozano-Ortega director general de la Fundación Bioparque La Reserva. Se espera que la cría alcance la madurez sexual y sea parte de las colonias fundadoras cautivas para continuar con el programa de conservación Ex situ de Coatí de montaña liderado por la Fundación Bioparque La Reserva

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