La gran afluencia de turistas durante el resto del año impide que los animales se dejen ver con facilidad en los senderos.
El cierre se extenderá durante un mes y además de fines ambientales se permitirá a los indígenas hacer rituales espirituales y de verificación. wnhsl / Flickr
A poco menos de una semana de iniciarse el cierre del Parque Tayrona, las directivas del parque han comenzado a reportar los primeros efectos positivos de la medida. Se trata del avistamiento en horas del día de varias especies de animales que normalmente son difíciles de ver debido a la alta presencia de personas.
El reporte más llamativo es el de una boa constrictor de 2 metros de largo que fue observada merodeando en uno de los senderos del parque. Esta especie de reptil se caracteriza por permanecer en troncos de árboles en medio de la maleza y solo suele salir en horas de la noche a cazar.
De igual manera se han reportado avistamientos de animales como guartinajas, zainos, venados, ñeques, morrocoyos y micos a los que se les ha visto, incluso, en las playas, llegando hasta el mar, hecho que es poco usual en otras épocas del año.
El reporte más llamativo fue el de una boa constrictor que fue vista mientras merodeaba por uno de los senderos del parque. / Flickr guilherme jofili
El reporte más llamativo fue el de una boa constrictor que fue vista mientras merodeaba por uno de los senderos del parque. / Flickr guilherme jofili
“Estas semanas sin presencia de personas les permiten a los animales moverse en zonas en las que normalmente no lo hacen ya que suelen alejarse de la gente. El beneficio es que les permite tener un poco más de movilidad y esparcimiento lo cual es muy beneficioso para su organismo”, explicó Adolfo Molina, biólogo.
El cierre del parque se extenderá durante todo el mes de febrero y además de fines ambientales la medida también tiene como objetivo la limpieza a nivel espiritual por parte de las comunidades indígenas que habitan en él.