Un informe de la WWF proyecta que la contaminación por plástico se triplicará para el año 2040, planteando riesgos ambientales, económicos y sociales.
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Bajo el título "¿Quién paga por la contaminación por plásticos?", el informe de la World Wide Fund For Nature (WWF) destaca que la producción y eliminación del plástico no solo tiene un alto costo económico sino que también genera impactos ambientales y sociales considerables.
Según el informe, el plástico cuesta mucho más en países de ingresos bajos y medios que en los países ricos. En esos países menos desarrollados, el costo total de producir y eliminar un kilogramo de plástico a lo largo de su vida es de alrededor de 150 dólares. Esto es ocho veces más que los 19 dólares por kilogramo que se ven en los países ricos. Si comparamos los países menos desarrollados con los más ricos, la diferencia se vuelve aún mayor, ya que los primeros enfrentan costos de hasta 200 dólares por kilogramo, multiplicando la brecha por 10.
A pesar de los esfuerzos de diversas comunidades y voluntarios, se proyecta que la contaminación por plástico se triplique para el año 2040. La falta de regulación a nivel global expone a los países de ingresos bajos a los efectos más perjudiciales de la producción y contaminación por plásticos, incluyendo la contaminación del aire y un aumento del riesgo de inundaciones, entre otros impactos.
El informe destaca que en 2019 se extrajeron de los océanos una cantidad de 2 millones de camiones de basura cargados de plásticos. La producción incesante de plásticos de un solo uso y productos que liberan microplásticos continúa a pesar de los riesgos evidentes que esto representa para nuestro planeta.
La inequidad estructural juega un papel crucial, ya que los países de ingresos bajos no cuentan con la capacidad adecuada para gestionar el creciente volumen de residuos plásticos. Además, la falta de un mecanismo que comparta la responsabilidad de los costos de contaminación deja a estos países sin ninguna compensación por los impactos generados por las empresas y países que son grandes productores de plásticos.
El informe hace un llamado urgente a un cambio sistémico, especialmente considerando que los países de ingresos bajos y medios consumen tres veces menos plásticos que sus contrapartes de ingresos altos. La necesidad de regulaciones globales y acciones coordinadas se vuelve más evidente que nunca en la lucha contra la creciente marea de contaminación por plástico.