Martes, 23 Abril 2024
La organización dedicada a la defensa del español escogió esta palabra por su influencia mundial al encender alarmas sobre la contaminación de los océanos.
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La palabra que se refiere a los pequeños fragmentos de plástico que se han convertido en una de las principales amenazas para el medioambiente y la salud de los seres humanos, ha sido elegida palabra del año 2018 por la Fundéu BBVA y la Agencia EFE.

Estudios internacionales de todo tipo han demostrado que los microplásticos están en la arena de las playas, en los organismos de los animales, en la sal marina que consumimos y hasta en el agua que bebemos. Esto ha llevado a que en decenas de países de Europa y de América Latina se empiece a caminar un recorrido hacia la prohibición total de los plásticos de un solo uso, grandes responsables del problema.

Desde el punto de vista lingüístico, la Fundéu le dedicó una de sus recomendaciones diarias a este término, que, aunque no aparece aún en la mayoría de los diccionarios de español, está bien formado a partir del elemento compositivo micro- y el sustantivo plástico.

En esa recomendación, la Fundación recordaba que, como sucede en general con las palabras formadas con elementos compositivos, estos se escriben unidos a la voz a la que acompañan, sin dejar en medio un espacio ni intercalar un guion (no micro plástico ni micro-plástico).

«Cuando hace unas semanas empezamos el proceso para elegir las doce candidatas a palabra del año 2018, nos encontramos con que, sin pretenderlo, la mayoría de los términos que nos parecían más adecuados para definir de algún modo el año que acaba eran del ámbito social (mena, los nadie, micromachismo) o del medioambiental (microplástico, descarbonizar, hibridar…)», explica el director general de la Fundéu BBVA, Joaquín Muller.

«Creemos que esa selección muestra de algún modo el perfil de un año en el que, además de las grandes cuestiones políticas y económicas, todos estamos volviendo nuestra mirada a otros asuntos de enorme trascendencia que a veces quedan eclipsados por otros grandes titulares en los medios de comunicación», añade.

Esta es la sexta ocasión en la que la Fundación da a conocer su palabra del año, escogida entre aquellos términos que han estado presentes en mayor o menor medida en la actualidad informativa durante los últimos meses y tienen, además, interés desde el punto de vista lingüístico. Tras elegir escrache en 2013, selfi en 2014, refugiado en 2015, populismo en 2016 y aporofobia en 2017, este año el turno fue para el microplástico.
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