Martes, 16 Abril 2024
Si está preocupado por los químicos con los que fabrican su colchón, esto es lo que necesita saber para optar por uno más seguro y con sello orgánico.

Determinar si los colchones están parcial o completamente libres de químicos resulta todo un desafío ya que hay etiquetas que certifican distintos materiales como orgánicos.

"Para que un colchón califique para el sello orgánico del USDA (sello del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), necesita al menos 95% de materiales orgánicos certificados y así demostrar que en su fabricación no se involucren productos químicos potencialmente dañinos", dice Charlotte Vallaeys, analista sénior de política de sostenibilidad de Consumer Reports. "Por esta razón, son pocos los colchones que cumplen con los estándares orgánicos del USDA" afirma la analista.

"Algunos de los logotipos comunes de los colchones están respaldados por estándares fuertes y extensos que apuntan a minimizar los impactos ambientales, desde las granjas que cultivan el algodón hasta las fábricas que elaboran el colchón", dice Vallaeys. "Otros cubren solo un aspecto, como superar las pruebas de emisiones interiores de productos químicos". 

Los mejores sellos: GOTS y GOLS
Solo dos sellos cumplen con los requisitos más estrictos: el Global Organic Textile Standard (GOTS) y, para los colchones que contienen látex, el Global Organic Latex Standard (GOLS), que se encuentra en el modelo Flora Nouveau de la marca Organic Mattresses, Inc. (OMI).

El sello GOTS, exige que al menos el 95 por ciento de los materiales del colchón estén certificados como orgánicos, y prohíbe directamente el uso de ciertas sustancias incluso para el otro 5 por ciento, como los retardantes químicos de llama y el poliuretano que es el ingrediente principal de la espuma con memoria.

El sello GOLS, garantiza que un colchón con látex esté fabricado con 95% de látex orgánico y de igual manera, restringe el uso de ciertos químicos en el otro 5 por ciento de los componentes del colchón. Los colchones de látex natural pueden tener ambos sellos: GOTS y GOLS.

Consumer Reports sugiere como un buen ejemplo, el modelo Standard 100 de la marca Oeko-Tex que aunque no garantiza que la fibra del colchón se produzca orgánicamente, sí establece límites para la emisión de sustancias químicas nocivas como el formaldehído y compuestos orgánicos volátiles (VOC), que están relacionados con el contenido de ozono, smog, enfermedades respiratorias y el deterioro de la memoria. También prohíbe el uso de ciertos retardantes de llama y colorantes alergénicos.

CR Home organic mattress labels GOL
Sello GOLS / Foto: Consumer Reports

CR Home organic mattress labels GOTS
Sello GOTS /  Foto: Consumer Reports

Otros sellos que aportan valor
El consumidor puede remitirse a otros sellos que podrían solucionar una inquietud particular, como el uso de retardantes de llama. 

CertiPUR-US es uno de estos y se aplica solamente a la espuma de poliuretano en un colchón. Mientras que otros estándares, como GOLS, excluyen esta espuma por completo, CertiPUR-US prohíbe ciertas sustancias que se encuentran en muchas espumas (como polibomodifenil éter o PDBE así como los retardantes de llama) y exige pruebas de formaldehído y otros productos químicos.

Por otro lado, el sello Greenguard exige la prueba de un colchón terminado para conocer los límites de emisión específicos de formaldehído y otros compuestos orgánicos volátiles. El Greenguard Gold es aún más exigente y tiene límites de emisión más estrictos de VOC.

Cabe aclarar, que El Departamento de Agricultura de Estados Unidos admite el término "orgánico" en los colchones que por ejemplo aseguran que son elaborados con algodón orgánico, si solo una parte de los componentes están certificados como orgánicos. De hecho, otros componentes no sólo no necesitan ser orgánicos, sino que también pueden procesarse utilizando productos químicos potencialmente nocivos.

Los precios de los colchones con reclamos ecológicos van desde 600 hasta más de 25,000 dólares para las versiones de lujo. 

El análisis concluye que sea cual sea el colchón que se adquiera, para reducir la exposición a productos químicos potencialmente nocivos, se debe ventilar durante al menos 48 horas antes de usarlo. Eso probablemente significaría que el usuario tendría que deshacerse del colchón viejo dos días después (en lugar de dejar que el minorista lo retire cuando entregue el nuevo), pero puede favorecer a la salud a largo plazo.

En Colombia, a la fecha no se ha identificado algún fabricante que comercialice colchones con estos sellos.

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