Domingo, 19 Enero 2025

Un reciente estudio sugiere que la capacidad de los perros para captar y reflejar las emociones humanas podría ser un resultado de siglos de crianza selectiva.

 perrosyhumano/Canva/

La investigación, publicada en la revista Animal Behaviour, comparó las reacciones de perros y cerdos domésticos al sonido de llantos y tarareos humanos, revelando que la crianza selectiva parece haber tenido el efecto secundario de hacer que los perros sean receptivos a las emociones humanas y capaces de reflejarlas.

La habilidad de los perros para percibir y reflejar las emociones humanas, según el estudio, podría ser innata y fruto de una larga coevolución con los seres humanos. Mientras que la mayoría de los animales pueden reflejar con precisión los sentimientos de otros miembros de su especie, los perros (Canis familiaris) han demostrado ser capaces de reflejar las emociones de las personas que los rodean.

Una de las preguntas para los investigadores fue si este contagio emocional se basa en "señales vocales universales de emoción" comprensibles para todos los animales domésticos o si es específico de animales de compañía como los perros. Para explorar esta cuestión, los investigadores compararon la respuesta al estrés de perros y cerdos domésticos (Sus scrofa domesticus) ante sonidos humanos.

Al igual que los perros, los cerdos domésticos son animales sociales que crecen rodeados de personas. Si el contagio emocional puede aprenderse simplemente por proximidad a las personas, los cerdos domésticos deberían responder de manera similar a los perros.

El equipo de investigación reclutó a dueños de perros y cerdos de todo el mundo, pidiéndoles que se grabaran en una habitación con sus mascotas mientras reproducían sonidos grabados de llantos y tarareos. Luego, los investigadores contaron la cantidad de comportamientos de estrés exhibidos durante el experimento, como gemidos y bostezos en los perros, y movimientos rápidos de las orejas en los cerdos.

Como se esperaba, los perros mostraron una notable capacidad para captar el contenido emocional de las vocalizaciones humanas, menciona Paula Pérez Fraga, coautora del estudio e investigadora del comportamiento animal en la Universidad Eötvös Loránd de Budapest.

Natalia Albuquerque, etóloga cognitiva de la Universidad de São Paulo, Brasil, señaló a la revista Nature que los resultados sugieren que, en comparación con el ganado, los animales de compañía podrían tener un mayor contagio emocional con los humanos. Sin embargo, advierte que se necesita más investigación. "Los cerdos son muy sensibles", comenta Albuquerque. "Esperaba encontrar que los cerdos también mostrarían contagio emocional".

Fraga coincide con esta perspectiva. "No decimos que los cerdos no puedan transmitir contagio emocional", afirma. "La historia trata realmente de lo buenos que eran los perros, no de lo malos que eran los cerdos".

Este estudio proporciona una valiosa perspectiva sobre la evolución del vínculo emocional entre humanos y animales, destacando la especial conexión que hemos desarrollado con nuestros compañeros caninos a lo largo de la historia.

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