El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó a los Ministerios de Ambiente y de Agricultura conformar una mesa de trabajo para su preservación.
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De acuerdo con la providencia, la mesa de trabajo que se ordenó para supervisar y evaluar tal situación deberá rendir informes cada tres meses al Tribunal y estará integrada por miembros de las dos carteras mencionadas, así como el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la Sociedad de Agricultores de Colombia, la Fundación Natura Colombia y el actor popular.
La decisión del tribunal tuvo constancia luego de que acogió conceptos científicos y químicos que daban cuenta del peligro a los que se exponen los seres humanos y los animales que tienen contacto con sustancias químicas, además de adoptar una decisión sobre una acción popular instaurada por el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, que buscaba proteger los derechos e intereses colectivos de un grupo de personas.
Gómez Maldonado interpuso una acción popular contra el Ministerio de Agricultura, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales ANLA y otras entidades por autorizar el uso de insecticidas denominados neonicotinoides, vinculados con la muerte de abejas y otros polinizadores.
De acuerdo con dicha iniciativa, el uso de algunos insumos agrícolas, utilizados para combatir afectaciones por organismos o microorganismos de carácter exótico o nativo en cultivos, genera amenazas para varias especies de polinizadores presentes en el país.
Según Carlos Arturo Álvarez, director operativo del área de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR, sustancias como Clothianidin, Thiamethoxan, Imidacloprid y Fipronil en su conjunto pertenecientes a los Neonicotinoides, presentan evidencias científicas en otras latitudes, que demuestran los efectos nocivos y las afectaciones al sistema nervioso de los polinizadores, especialmente a insectos como las abejas, incidiendo negativamente en las repoblación de estas especies y en el desarrollo de sus procesos biológicos.
En el último año murieron más de 100 millones de abejas en todo el país, de acuerdo con las asociaciones de apicultores del país.
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