Según datos de la Asociación Protocolo de Gases de Efecto Invernadero publicados en VisualCapitalist, son 3 tipos de emisiones las que conforman esta huella de carbono.
/Unplash
De acuerdo al reporte publicado por VisualCapitalist, con muchos países y empresas formalizando compromisos para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de carbono del Acuerdo de París, la presión para descarbonizar la economía continúa.
Según los autores, un compromiso común de las organizaciones es un compromiso de "cero neto" para reducir y equilibrar las emisiones de carbono con compensaciones de carbono. Alemania, Francia y el Reino Unido ya han firmado leyes de emisiones cero para 2050, y Estados Unidos y Canadá se comprometieron recientemente a sincronizar sus esfuerzos hacia el mismo objetivo de cero emisiones netas para 2050.
Según VisualCapitalist, a medida que las organizaciones se enfrentan a una presión cada vez mayor por parte de los gobiernos y los consumidores para descarbonizar sus procesos, necesitan definir las emisiones que componen sus huellas de carbono para medirlas y minimizarlas.
Los 3 alcances de las emisiones de carbono
El desglose más utilizado de las emisiones de carbono de una empresa son los tres alcances definidos por el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, una asociación entre el Instituto de Recursos Mundiales y el Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible.
El Protocolo de GEI separa las emisiones de carbono en tres grupos: emisiones causadas directamente por la empresa, emisiones causadas por el consumo de electricidad de la empresa y emisiones causadas por actividades en la cadena de valor de una empresa.
Alcance 1: Emisiones directas
Estas emisiones son emisiones directas de GEI que se producen a partir de fuentes que la empresa posee o controla y, por lo general, son las más fáciles de rastrear y cambiar. Las emisiones de este alcance 1 incluyen:
- Fábricas
- Instalaciones
- Calderas
- Hornos
- Vehículos de la empresa
- Producción química (sin incluir la combustión de biomasa)
Alcance 2: Emisiones indirectas de electricidad
Estas emisiones son emisiones indirectas de GEI por la generación de electricidad consumida por la empresa, lo que según la Asociación, requiere rastrear tanto el consumo de energía de la empresa como el tipo de salida eléctrica relevante y las emisiones de la empresa proveedora del servicio de energía. Las emisiones del Alcance 2 incluyen:
Uso de electricidad (por ejemplo, luces, computadoras, maquinaria, calefacción, vapor, refrigeración)
Emisiones donde se genera la electricidad (si por ejemplo es a partir de combustión de combustibles fósiles, etc.)
Alcance 3: Emisiones de la cadena de valor
Estas emisiones incluyen todas las demás emisiones indirectas de gases de efecto invernadero que se producen como consecuencia de las actividades de una empresa, tanto aguas arriba como aguas abajo.
No están controlados ni son propiedad de la empresa, y muchos organismos informantes consideran que su seguimiento es opcional, pero a menudo son la mayor fuente de huella de carbono de una empresa y pueden verse afectados de muchas formas diferentes. Las emisiones de Alcance 3 incluyen:
- Bienes y servicios adquiridos
- Transporte y distribución
- Inversiones
- Desplazamientos del empleado
- Viajes de negocios
- Uso y desperdicio de productos
- Disposición de residuos de la empresa
Las emisiones de carbono no medidas
Los autores del reporte señalan que la mayoría de los usos de la Asociación Protocolo de GEI por parte de las empresas incluyen muchos de los gases de efecto invernadero más comunes e impactantes que fueron cubiertos por el Protocolo de Kioto de 1997 de la ONU. Estos incluyen dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, así como otros gases y compuestos a base de carbono.
Sin embargo, el estándar no incluye otras emisiones que actúan como gases de efecto invernadero menores o son dañinos para otros aspectos de la vida, como los contaminantes generales o el agotamiento del ozono.
Según el artículo, algunas de las emisiones que las empresas no están obligadas a rastrear con el objetivo de descarbonizar sus procesos, pero que aún tienen un impacto y son útiles para reducir:
- Clorofluorocarbonos (CFC) e Hidroclorofluorocarbonos (HCFCS): Son gases de efecto invernadero que se utilizan principalmente en los sistemas de refrigeración y en los sistemas de extinción de incendios (junto con los halones) que están regulados por el Protocolo de Montreal debido a su contribución al agotamiento del ozono.
- Óxidos de nitrógeno (NOx): Estos gases incluyen el óxido nítrico (NO) y el dióxido de nitrógeno (NO2) y son causados por la combustión de combustibles y actúan como una fuente de contaminación del aire, contribuyendo a la formación de smog y lluvia ácida.
- Halocarbonos: estos compuestos carbono-halógeno se han utilizado históricamente como solventes, pesticidas, refrigerantes, adhesivos y plásticos, y se han considerado una causa directa del calentamiento global por su papel en el agotamiento del ozono estratosférico.
El reporte concluye señalando que hay muchos tipos diferentes de emisiones de carbono que las empresas (y los gobiernos) deben considerar medir y reducir en el camino hacia la descarbonización, pero eso significa que también hay muchos puntos por donde empezar.
El Consejo Nacional de Servicios Públicos es el recurso de referencia para todo lo relacionado con la descarbonización en la industria de servicios públicos. Aprende más.
Esta infografía del Consejo Nacional de Servicios Públicos, entidad encargada del tema de descarbonización en la industria de servicios públicos, destaca los tres alcances de las emisiones de carbono que conforman la huella de carbono de una empresa:
eta-rzOq5UqWWkE-unsplash