Unos 70 millones de toneladas de ropa se consumen cada año en todo el mundo y en Colombia se desechan miles de kilos en textiles. Aunque en Europa y Estados Unidos cada vez más fábricas, tiendas de ropa y diferentes industrias han generado alternativas a esta problemática, en el país aún es incipiente.
Según Naciones Unidas, para fabricar unos jeans se necesitan de 2.000 a 3.000 litros de agua, que se usan principalmente para cultivar el algodón. Ello representa entre el 3 y el 4 por ciento del agua que se emplea en el mundo. Adicionalmente, a la prenda se le agregan pesticidas, tintes y otros químicos, como pegamentos, oxidantes y estabilizantes.
En Europa y Estados Unidos existe una conciencia creciente sobre esta problemática y por eso se han generado alternativas como las plantas de reciclaje. En ellas se clasifica la ropa para venderla en el mercado de segunda mano o se transforma en retazos para limpieza y aislantes para el sector de construcción y el sector automotriz. Así mismo, algunas ONG venden prendas a empresas de reutilización textil a cambio de donativos y hay empresas que promueven programas de recolección y reciclaje de ropa para premiar a los clientes.
En Colombia ya hay tiendas de ropa que venden prendas de segunda y están emergiendo sobre todo las tiendas online. Una de ellas es El Baúl, que ofrece a sus clientas la oportunidad de alcanzar marcas de lujo y tradicionales como Jimmy Choo, Carolina Herrera, Michael Kors, BCBG, Zara o Stradivarius en perfecto estado, a precios muy cómodos. En solo 5 meses, más de mil usuarias le han apostado apostando al cuidado del medio ambiente mientras compran.