Cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos, de los cuales casi el 31% son microplásticos que resultan ser más contaminantes para la biodiversidad marina.
Los océanos se deterioran rápidamente y la biodiversidad marina está cada vez más amenazada por actividades humanas como la sobrepesca y la contaminación causada por las grandes cantidades de desechos que se arrojan al mar, según las Naciones Unidas, cada minuto se vierte al mar el equivalente a un camión de basura lleno de plásticos.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) acaba de anunciar que de los 9,5 millones de toneladas de plástico que se arrojan cada año a los océanos, entre el 15 y el 31% son microplásticos, de los que dos terceras partes provienen del lavado de textiles sintéticos y del proceso de abrasión de los neumáticos durante su utilización.
Los microplásticos primarios son las partículas diminutas e invisibles que generan ciertos productos de consumo, a diferencia de las partículas que surgen cuando se degradan en el mar de trozos de plástico más grandes, y son fuentes de contaminación marina incluso mayores que los propios desechos plásticos en sí.
Foto: Crédito www.bbc.com
Los microelementos contaminantes entran en el océano bajo la forma de diminutas partículas -mientras que los plásticos más grandes se degradan en el agua- y pueden provenir de múltiples fuentes, como textiles sintéticos, los cosméticos, que aportan un 2% de las partículas que terminan en el océano, la pintura de los barcos, la que se utiliza para la señalización en las carreteras e incluso el polvo de las ciudades.
Según Karl Gustaf Lundin, director del Programa Marino Global y Polar de UICN, la situación más preocupante se presenta en el Ártico “Allí, los microplásticos parecen congelarse dentro del hielo marino, y como el hielo se derrite a una temperatura más baja cuando contiene pequeñas partículas dentro, se produce una desaparición del hielo más rápida. Cuando el hielo se derrite, libera plancton, y esto atrae a los peces que acaban ingiriendo el plástico”
El gran problema es que estos desechos no se quedan en el océano sino que se incorporan en la cadena alimenticia y pueden tener consecuencias nocivas para la salud humana, sin dejar atrás el daño que representa a la biodiversidad y a los ecosistemas marinos.
Dentro del informe presentado por la UICN, también se proponen algunas soluciones, por ejemplo se invita a los fabricantes de neumáticos a utilizar más caucho natural en sus productos, ya que actualmente, el 60% de una llanta está hecha de caucho sintético.
Foto: Crédito www.donnaconlon.com
Por otra parte, se pueden diseñar prendas que desprendan menos fibras, dice la organización, y los consumidores tienen la opción de cambiar sus hábitos y elegir prendas de fibras naturales. Otra sugerencia de Karl Lundin es incluir filtros en las lavadoras que puedan atrapar micro o incluso nanopartículas de plástico.
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