Cerca del 66% de las zonas rurales de Sucre están siendo utilizadas para actividades de ganadería y agricultura, cifra que según el Instituto geográfico Agustín Codazzi (Igac), está por encima de lo estimado que debe ser del 60%, es decir, que el restante equivale a zonas forestales y de conservación, que han sido invadidas y destruidas.

Este uso inadecuado ha generado que las tierras no arables, que deberían estar destinadas al desarrollo forestal o la protección ambiental, sea de solo el 26,2% y no del 32%, como en realidad debería ser. Según Juan Nieto, director del Igac, estas anomalías se presentan en al menos 10 de los 26 municipio del departamento, entre ellos: San Onofre, Ovejas y Chalán, ricos en tierras para la protección o uso forestal.

“A pesar de contar con zonas para producir en todos sus municipios, en Sucre se ha hecho un uso desmesurado de la ganadería, en terrenos para la agricultura o en zonas con capacidad forestal. Por esta razón, es el departamento con mayores conflictos de uso del suelo en el territorio nacional. Los suelos serán la base fundamental para el nuevo ordenamiento integral del país y para alcanzar la tan anhelada paz, una razón de más para que empecemos a protegerlos”, expresó Nieto Escalante.

Según el Igac, al menos 200 hectareas de bosque han sido destruidas con el fin de ser utilizadas para ganadería y agricultura / Foto Crédito: IGAC

El funcionario aseguró que, aunque la cifra de ocupamiento de estas tierras es de solo el 6%, se podría estar hablando de la pérdida de más de 200 hectáreas de bosque, lo cual afecta a muchas especies, no solo de flora, sino también a animales que tienen en ellas su hogar.

Nieto pidió a las autoridades actuar de inmediato con base en la información suministrada por la entidad con el fin de detener la destrucción de estos terrenos.

Por su parte, Adalgio Torreglosa, vocero de la asociación de ganaderos de Sucre, aseguró que la entidad ha solicitado permisos para operar en los terrenos en los que lo hace y no ha invadido zonas no autorizadas. “Nosotros le exigimos a los miembros de la entidad siempre copia de los permisos para desarrollar la actividad y todos los terrenos que tenemos destinados para la misma han sido autorizados por las autoridades. Si personas que desarrollan la ganadería de forma informal y que no está dentro de nuestros asociados están metiéndose en terrenos no permitidos, ya no es nuestra culpa y no podemos responder”, expresó Torreglosa