La temperatura de 2023 fue cerca de 1,45 °C por encima de los niveles preindustriales casi en el límite del Acuerdo de París segun la Organización Meteorológica Mundial.
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Este informe muestra que el 2023 marcó un período sin precedentes en términos de altas temperaturas oceánicas, aumento del nivel del mar, pérdida de hielo marino en la Antártida y retroceso glaciar. La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, destacó que el mundo se acercó peligrosamente, al límite de 1,5 °C establecido en el Acuerdo de París sobre el cambio climático. Además, las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero alcanzaron niveles históricos en 2022, y los datos en tiempo real revelan un continuo aumento de estos gases y, por consiguiente, de la temperatura en 2023.
Hacia finales de 2023, más del 90 % del océano había experimentado olas de calor en algún momento del año, afectando gravemente a ecosistemas y sistemas de alimentación vitales. Además, aproximadamente un tercio del océano mundial experimentó olas de calor marinas durante 2023. La extensión del hielo marino antártico alcanzó un mínimo histórico absoluto en febrero de 2023 y se mantuvo en niveles históricamente bajos durante gran parte del año. Por otro lado, los glaciares del mundo sufrieron la mayor pérdida de hielo registrada desde 1950.
Los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos tuvieron graves repercusiones socioeconómicas en todos los continentes habitados, incluyendo inundaciones, ciclones tropicales, olas de calor, sequías e incendios forestales. Estos eventos agravaron las dificultades relacionadas con la seguridad alimentaria, los desplazamientos de población y las dificultades para las poblaciones vulnerables. Según el informe, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria aguda en todo el mundo se ha más que duplicado, pasando de 149 millones en 2019 a 333 millones en 2023 en 78 países monitoreados por el Programa Mundial de Alimentos.
A pesar de estos desafíos, la financiación para la adaptación sigue siendo insuficiente. Aunque alcanzó un máximo histórico de 63.000 millones de dólares en 2021/2022, el déficit mundial de financiación para la adaptación sigue creciendo, estando por debajo de los 212.000 millones de dólares anuales necesarios hasta 2030, especialmente en los países en desarrollo.