Martes, 23 Abril 2024

Este archipielago ubicado en el mar de Filipinas, es considerado uno de los principales santuarios marinos del mundo.

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Foto: intriper.com

Palaos es un país insular compuesto por más de 340 islas volcánicas en el mar de Filipinas y es uno de los países menos poblados del mundo (tiene solo 20.000 habitantes).

Durante los últimos años, sus playas y sus paisajes llamaron la atención de muchos turistas y las islas reciben una cantidad de 160.000 visitantes cada año.

Por ello, el gobierno del archipiélago está preocupado por las consecuencias negativas del entusiasmo que sus cientos de islas despiertan entre los turistas, toda vez que es considerado uno de los destinos más bellos para el buceo.

"Debemos vivir y respetar el medio ambiente porque es la cuna de la vida y sin él nadie en Palaos puede sobrevivir", explicó a la AFP el presidente de Palaos, Tommy Remengesau.

Los estudios científicos han establecido claramente, según Remengesau, que los componentes químicos de la mayor parte de las cremas solares son tóxicos para los corales, incluso en pequeñas dosis.

La prohibición —implementada desde este 1 de enero, aunque anunciada en 2018— veta en el país las cremas solares que contengan 10 y más ingredientes, entre ellos la oxibenzona o el octinoxato, los cuales absorben la luz ultravioleta.

Como consecuencia está prohibido importar y vender cualquier protector solar que contenga este tipo de producto tóxico, so pena de decomiso y de una multa de 1.000 dólares.

"Somos el primer país que prohíbe estos productos químicos y haremos cuanto haga falta para que se sepa. Con una mejor educación y toma de conciencia, otros gobiernos tendrán suficiente confianza para tomar las medidas necesarias", afirmó Remengesau.

Pesca y minería

Palaos también decidió ampliar la zona de protección de su santuario marino, cerrando el 80% de su zona económica exclusiva a cualquier actividad marítima o pesquera y a la minería.

Esta decisión equivale a prohibir cualquier actividad pesquera comercial en aproximadamente 500.000 km2 de océano, explicó el presidente de este archipiélago.

Esta nueva legislación también prevé que las flotas de pesca extranjeras desembarquen sus capturas en Palaos antes de pagar un impuesto a la exportación, para proteger a los pescadores locales.

Remengesau justificó esta decisión explicando que era necesario dejar que el océano "cure sus heridas" después de años de pesca comercial intensiva que ha reducido drásticamente algunas poblaciones de peces, como las de atún rojo.

 

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