Miércoles, 24 Abril 2024
Aunque se habla de varios países de Asia y África que podían enfrentar la crisis, el calentamiento y la contaminación también amenazan la supervivencia en el viejo continente.
gotagua                                                                                                                                                                        Foto: Pixabay.com

El discurso de Sir James Bevan, director ejecutivo de la Agencia de Medio Ambiente en Reino Unido no podía ser más alarmante: “Escapemos de las fauces de la muerte”. Lo tituló así porque anunció que en menos de tres décadas, una potencia como Inglaterra se quedará sin agua.

“Esto significa que en el Reino Unido tendremos veranos más calurosos y secos. Para el 2040, esperamos que más de la mitad de nuestros veranos superen las temperaturas del 2003”, dijo Bevan.

Y advirtió que para mitad de siglo el suministro del líquido puede reducirse cerca de 20% y que algunos ríos pueden tendrán menos del 80% de agua, durante los veranos. Si se suman esas proyecciones con el hecho de que el Reino Unido tendrá 10 millones más de habitantes, el resultado sería un desabastecimiento inminente.

“Entonces: cambio climático más crecimiento = una amenaza existencial. A nuestra economía, medio ambiente, seguridad, felicidad, forma de vida. Podemos optar por ignorar este problema. O podemos optar por abordarlo. Apuesto a que están todos en esta sala porque piensan que el segundo enfoque es preferible al primero”, advirtió el directivo de la autoridad ambiental.

Actualmente, los ciudadanos de Gran Bretaña consumen un promedio de 140 litros de agua al día. Una cantidad excesiva que se debe reducir con la aplicación de medidas regulatorias. También promoviendo una conciencia social acerca de un problema que acarreará graves consecuencias si no se pone remedio cuanto antes.

Otras propuestas que se publicaron durante la conferencia de prensa de Bevan son: reducir la demanda al reducir las fugas, implementar una mayor medición del agua, un sistemas de drenaje sostenible, insistir en las nuevas regulaciones de construcción para impulsar una mayor eficiencia del agua y encontrar formas de reducir la cantidad de liquido que cada persona usa en su hogar.

Sumada a la crisis de Ciudad del Cabo, otras ciudades gigantes como Pekín, Sao Paulo, Yakarta y Moscú, han tenido problemas con el abastecimiento y tienen las alarmas prendidas ante una posible emergencia. Ahora, no solo Londres, sino toda Inglaterra, entra en ese grupo que debe tomar medidas urgentes.
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