Viernes, 19 Abril 2024

Un nuevo estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine, desestima la recomendación de abstenerse de comer carne roja y procesada, según sugirió en 2015 la OMS.

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Foto: Getty Images

La carne roja y procesada debía pasar a engrosar la lista de los alimentos "potencialmente carcinógenos", así fue la comunicación emitida por la OMS en el año 2015, situación que generó controversia en la comunidad científica y se acusó a dicha organización de fomentar una falsa alarma en las calles.

Todo por generar la sensación entre la gente que la correlación entre cáncer colorrectal y consumo de carne era equivalente a la del cáncer de pulmón y el consumo de tabaco.

Sin embargo, la OMS se mantuvo en su posición y no retiró la recomendación de reducir el consumo de carnes rojas y procesadas. Y así han permanecido las cosas hasta que la revista 'Annals of Internal Medicine' ha publicado una meta-revisión de cientos estudios (con millones de participantes) realizados hasta la fecha, en la que muchos concluyen que, efectivamente, la OMS se precipitó en su decisión.

"Sin duda será controvertido", señala el editorial que acompaña al trabajo académico, firmado por 14 investigadores, en previsión de la polémica por contradecir el 'consenso nutricional'. "Pero se basa en la revisión más extensa hasta la fecha de los datos. Quien quiera cuestionarlo tendrá problemas para encontrar pruebas que lo refuten".

En el nuevo estudio liderado por científicos de las universidades Dalhousie y McMaste en Canadá, se pueden evidenciar las siguientes conclusiones:

1. Que no hay suficientes pruebas de la relación causa-efecto entre el consumo de estos alimentos y el aumento de la mortalidad. Llegan a tacharla de "estadísticamente irrelevante".
2. Que, aunque dicha relación se ensayase, la reducción del consumo de carne no tiene un impacto relevante en nuestra salud.
3. Que no resulta riguroso establecer restricciones dietéticas teniendo en cuenta lo anterior.

En base a todo esto, y tras revisar otra serie de artículos sobre hábitos alimenticios, los autores del estudio que nos ocupa llegaron a la conclusión de que la mayoría de los consumidores de carnes rojas y procesadas ya habían reducido su nivel de consumo de las mismas, y que no había evidencia suficiente para insistir en que una mayor reducción tendría consecuencias positivas sobre su salud.

Además, de manera puntual, el estudio señala que, si mil personas eliminan tres porciones de carne roja o procesada a la semana:
* De por vida, habría siete muertes menos por cáncer
* Por 11 años, habría cuatro muertes menos por enfermedades coronarias

Y si cada semana durante 11 años, mil personas eliminan tres porciones de:
* Carne roja, habría seis casos menos de diabetes tipo 2
* Carne procesada, habría 12 casos menos de diabetes tipo 2

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Foto: Getty Images

Sin embargo, las nuevas críticas no se han hecho esperar, como es el caso la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, cuyos investigadores afirman que:

"Contradice la gran cantidad de evidencia que indica que un mayor consumo de carne roja se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer y muerte prematura".

Los científicos de Harvard critican, además, que las conclusiones señaladas más arriba hayan llegado a publicarse en una relevante revista médica, puesto que puede ayudar a "dañar la salud pública, la de los pacientes y la del planeta".

Así mismo, Marco Springmann, doctor de la Universidad de Oxford, afirmó al diario BBC que las recomendaciones "peligrosamente engañosas desestiman la evidencia científica", que, en todo caso, proviene de un "número reducido de individuos carnívoros de países de ingresos altos".

Giota Mitrou, doctor del Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer, señaló que "se puede poner en riesgo a la población" si la gente concluye que puede comer carne todo lo que quiera, ya que "ese no es el caso".

“No se trata de ir de un extremo a otro: ni que comamos toda la carne que nos apetezca ni que todos nos volvamos vegetarianos, sino de mantener un consumo nutricionalmente adecuado”, sostiene Toni Massanés, al frente de la Fundación Alicia (Alimentación y Ciencia). “La carne puede formar parte de una dieta sana y equilibrada”. Según la Fundación Mundial de Investigación del Cáncer (WCFR), no se deberían comer más de tres porciones de carne roja a la semana y menos, o nada, de carne procesada.

Los beneficios para su corazón de sustituir carne roja por proteínas vegetales, según Harvard

 

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