El dispositivo busca evitar diagnósticos y tratamientos equivocados así como la generación de resistencia en los seres humanos a ciertos antibióticos.
Cifras oficiales del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, indican que al menos 2 millones de infecciones bacterianas son resistentes a los antibióticos, ocasionando un total de 23.000 muertes por año en los Estados Unidos.
Investigadores de la Universidad del Centro Médico de Rochester se encuentran probando un dispositivo que permitirá a los médicos distinguir entre una enfermedad causada por un virus y otra causada por una bacteria, lo cual busca evitar que se desarrolle una resistencia a los antibióticos, los cuales solo deben ser usados cuando la base de la enfermedad es una bacteria, pues el mecanismo no es el mismo para combatir un virus.
El dispositivo permite identificar 11 marcadores genéticos en la sangre de una persona, los cuales diferencian perfectamente entre un virus y una bacteria. Este proyecto ha tomado mucha fuerza entre la comunidad científica internacional, ya que tanto un virus como una bacteria pueden ocasionar síntomas muy similares como fiebre alta, tos y problemas para respirar. Si una enfermedad es mal diagnosticada por un médico, puede pasar que el paciente reciba el tratamiento equivocado pues si es un virus el que ocasiona los síntomas y se le receta un antibiótico, muy probablemente esta persona no logre el efecto deseado y al mismo tiempo empiece a generar una resistencia innecesaria al tipo de antibiótico que se le administre.
Foto tomada de www.practicopedia.com
El dispositivo se puso a prueba mediante un experimento médico que reunió a 94 adultos hospitalizados con infecciones leves del tracto respiratorio. El equipo de investigadores recolectó muestras de sangre de cada uno de los pacientes y llevo a cabo una batería microbiológica para determinar cuáles individuos de los 94 presentaban una infección bacteriana y cuáles una infección viral. Los resultados arrojaron que a 41 personas las aquejaba un problema por una bacteria y a los 53 restantes por un virus. El procedimiento en el que se basa esta herramienta médica consiste de un complejo análisis genético y estadístico que permite identificar a alguno de los 11 marcadores en la sangre previamente mencionados y así determinar si la infección es bacteriana o viral.
Los investigadores han aclarado que el desarrollo aún requiere ser mejorado pues los marcadores genéticos identificados para la muestra poblacional del estudio, pueden no ser universales y fallar en otros casos de diagnóstico, pero es un enorme avance en este campo de la medicina, el cual puede impactar positivamente el alza de enfermedades que han empezado a mostrar resistencia a los antibióticos, en parte por la mala administración de estos.