El informe publicado por la ONG Global Witness revela un total de 1910 asesinatos de defensores ambientales a nivel mundial de 2012 a 2022.
/El Espectador - Mauricio Alvarado Lozada/
Global Witness es una organización no gubernamental que, desde 2012, se dedica a documentar la violencia letal contra quienes protegen el medio ambiente y el territorio. Según sus datos, en 2022 un total de 177 personas perdieron la vida mientras defendían la tierra, lo que equivale a un promedio de una muerte cada dos días.
Durante la década comprendida entre 2012 y 2022, se registraron 382 asesinatos de defensores ambientales en Colombia. Sin embargo, lo más impactante es que en el año 2022, Colombia encabezó la lista a nivel mundial con 60 asesinatos, casi el doble de la cifra reportada en 2021, cuando se registraron 33 muertes. Es relevante señalar que la mayoría de estos defensores pertenecen a comunidades indígenas, afrodescendientes y agricultores de pequeña escala.
El 70% de las muertes de defensores ambientales en la última década ocurrieron en América Latina. En el año 2022, más del 20% de los 177 asesinatos se concentraron en la Amazonía, y 11 de las víctimas eran miembros de comunidades indígenas. Esto es especialmente alarmante considerando que los pueblos indígenas, que representan solo el 6% de la población mundial, sufrieron el año pasado el 34% de los asesinatos.
Entre estas cifras destaca la tragedia de al menos cinco menores de edad asesinados, tres de ellos en Brasil, uno en Colombia y otro en México, siendo tres de ellos indígenas.
A pesar de que en octubre de 2022, Colombia se unió a otros 24 países para firmar el Acuerdo de Escazú, el primer pacto medioambiental regional de América Latina y el Caribe, que contiene disposiciones específicas sobre la protección de los derechos humanos de los defensores ambientales, este acuerdo aún está pendiente de revisión por parte de la Corte Constitucional para determinar su conformidad con la constitución.
Los datos presentados en este informe subrayan la necesidad urgente de que el gobierno colombiano tome medidas significativas para abordar esta problemática y proteger a quienes defienden el ambiente y el territorio.
A nivel mundial, entre 2012 y 2022, fueron asesinados 1,910 defensores de la tierra. Después de Colombia, los países con el mayor número de asesinatos en este período de tiempo son Brasil, con 376 líderes ambientales muertos, y Filipinas, con 281.
En Asia y África, estos ataques a menudo no se denuncian, lo que representa un gran problema, ya que en estos lugares se criminaliza a las personas por alzar la voz. Desde 2012, se han documentado 443 asesinatos en 18 países de Asia. Filipinas es el país asiático con el mayor número de asesinatos, con 281 desde 2012, un tercio de ellos estaban en contra de empresas vinculadas a la minería. En África, cinco de los defensores asesinados eran guardaparques, y más de 200 guardaparques han perdido la vida desde 2012 mientras cumplían con su deber en áreas protegidas.
El informe de Global Witness también ofrece recomendaciones clave para las empresas y los gobiernos para abordar los factores que impulsan estos ataques contra defensores ambientales. Entre las recomendaciones se encuentran la creación de entornos seguros donde se apliquen las leyes existentes para proteger los derechos de los defensores y sus comunidades, la denuncia, investigación y responsabilización de quienes atacan a defensores, y la exigencia de mayor transparencia por parte de las empresas en cuanto a los riesgos humanos y medioambientales de sus operaciones, además de prevenir y remediar cualquier daño causado por sus actividades.
En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y la protección del medio ambiente, la seguridad de quienes luchan por estos objetivos debe ser una prioridad. El informe de Global Witness es una llamada de atención para todos los países y una recordatoria de que aún queda un largo camino por recorrer en la protección de los defensores ambientales en todo el mundo.